miércoles, 21 de mayo de 2008

El espíritu o la paloma.


El domingo 11 se celebraba Pentecostés. El pasado domingo, la Santísima Trinidad. Dado el nivel de la feligresía, el sacerdote optó por no meterse en farándulas de Concilio, y fue conciso, todo es uno. Padre, Hijo y Espíritu Santo. La religión yo la tomo como cuestión de fe. Hay que recordar a San Isidoro, cuando en su Historia de los godos, vándalos y suevos, hablaba de aquella jodienda del arrianismo, estando la sede primada de Iglesia donde estaba, en territorio de oscuro color y calles empinadas, donde rodaron escenas de La Novena Puerta. Pues eso, recordemos a San Isidoro: "Con todos los suyos abdicó de la perfidia que, hasta entonces, había aprendido el pueblo de los godos de las enseñanzas de Arrio, profesando que en Dios hay unidad de tres personas, que el Hijo ha sido engendrado consustancialmente por el Padre, que el Espíritu Santo procede conjuntamente del Padre y del Hijo, que ambos no tienen más que un Espíritu y, por consiguiente, no son más que uno". Todo en uno. Y nunca mejor dicho: La paloma. Nunca he entendido porque se tiene que identificar el término real (espíritu) con ese término imagen (paloma). Sobre todo cuando voy por la Glorieta y siento la amenaza fantasma.

3 comentarios:

  1. Lleva cuidadin cuando vayas por la Glorieta o Santo Domingo con las palomas, que esas no entienden de términos metafísicos, y si te cogen a tiro te pueden propinar una buena descarga de sus esencias más turbias :-)

    ResponderEliminar
  2. a mí es que las palomas me sugieren de todo menos pureza. Putas ratas voladoras...

    ResponderEliminar
  3. Son las primas gilipollas de las gaviotas. Y esas si que son las superputas ratas del aire. En todos los vertederos de las grandes ciudades hay gaviotas.

    ResponderEliminar