Ayer alguien me gritó desde un coche. No acerté a ver quién era. De espaldas vi el vehículo. Pero escuché el grito de guerra. Porri, me llamó. Porri era mi apelativo de guerra en la época heroica, la de baloncesto y gintonics. La de Refugio a las seis de la tarde. Platos con tequilas. Tenemos que recuperar aquel Herradura Reposado Recuperemos el pasado, puesto que vivimos en el historicismo más asqueroso que se recuerda entre el Caspio y el Nilo, vía jengibre seco. Quiero perderme, y no encontrarte nunca más, canta J en Si me diste la espalda. El coche me dio la espalda. Casualidades, no. Las casualidades no existen. Intentos fracasados, tal vez, pieles desgastadas por neuronas cansadas, por influjos que van más allá de la metafísica. En época de vacas flacas hay que recuperar la imaginación, el poder de la mentira y todo lo demás. Dice El País, que el petróleo ha subido 10 dólares en cuatro días. Necesidades innecesarias. Viajes a ninguna parte. De viaje. Y luego me dicen que soy un ególatra. Qué si hablo de mi en tercera persona. Qué si me paso riéndome de los gilipollas en los bares y cantinas. Lo que hay que ver y escuchar. Con Torquemada no pasaban estas cosas.
¿Tú no decías que "De viaje" era un vergüenza? Bueno en realidad no has dicho ahora que no lo sea, pero en cierto modo, me ha sorprendido que le pongas un enlace.
ResponderEliminarOtraaaaaaaaaaaa!!
El porri ha vuelto. Viva el porri.
ResponderEliminarLarga vida al porri. Oh, porri!!!!!