Los viernes. Pensamientos inertes. Cuando tengo limpieza los viernes, al final, no pienso en nada. Es un acto mecánico. Suenan músicas toda la mañana, desde las 7 y media, o desde las 8. Cuando ejercitas la mente demasiado tiempo, dejas las cosas atrás. No te enteras. El momento de hacer, de no hacer nada bien. Somos malditas máquinas, auténticos sepulcros megalíticos. Piedras sobre piedras. Sólo queda hacer figuritas y letras con el limpiamuebles con cera del Carrefour. Y esta ese, en la mesa más pequeña de las 4 que hay en el salón, la he bordado. De derecha a izquierda.
Si estás muy muy muy cansad@, que empiece a sonar "El la oscuro de la fuerza". Todo impecable, sin darse cuenta, sin darse importancia. Y que suenen violiones. Chaíto.
ResponderEliminarCreo
ResponderEliminarque siempre
se ha infravalorado
los trabajos manuales
te cansan
te fustigan con su inquina presencia
pero
en el fondo
liberan nuestra energía latente
y dormimos + tranquilos.
saludos mundanos y gatunos!!
Pero es que cansan mucho. son agotadores y repetitivos. Chaíto.
ResponderEliminarPues imaginate las amas de casa,las de verdad,las de toda la vida,las que llevan 30 o 40 o quizás más años haciendo todos los dias lo mismo.La misma rutina una y otra vez.En qué crees que pensarán mientras limpian el polvo??En nada.
ResponderEliminarUna recomendación experimentada, aunque parezca antigua. Soy antigua ya en varias cosas, y la voz de la expeeriencia os dice: ¡Naaada como Diana Ross o lo más movido de Queen para deshollinar! Para cocinar, es mejor Vivaldi, aunque depende de lo que te traigas entre manos. ¿Cómo vas a hacer unas buenas migas con Vivaldi? Para las migas algo vigoroso y rítmico.
ResponderEliminar¿Seguro que con vivaldi se puede cocinar? A fuego lento, sofreir, recalentar, cortar lechuga. es posible con mis primos haciendo el violin
ResponderEliminarhttp://es.youtube.com/watch?v=pe-MIDDfckw
Lo de Diana Ross si que no me lo creo. Ni a Freddy y sus secuaces. Aunque en I want it all, iba un poquitin de señora de la limpieza.
Como ritmo pa lascoba no tiene precio, y para quitar el polvo (de los muebles) ni te cuento. Un marchón. Cuando en mi casa se oye sonar a la Ross se va todo el mundo corriendo. Ya saben lo que se avecina, ácaros machacados para todos y vuelos especiales de trapo. Vivaldi es especial para repostería, de verdad. Ravel para salsas. Si te gusta la cocina, te tiene que gustar la música, y el vino, claro.
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