A ver si algunos se endulzan un poco y dejan de beber vinagre por las mañanas, y dejan de ser unos putos cicutas. Entre hielos y supernovas el personal se olvida de lo realmente importante. O no. Pues eso, que hay que olvidarse de la sacarina. Y el que quiera caquiles, que me los pida, que están en la cocina donde soy residente catastral.
No me creo que alguien en Murcia no sepa dónde está El Cuervo. Ayer con la dobleb más importante del sureste español, esa dobleb que conoce a Chomsky (aquí dejo el último), hice esta foto del bar en cuestión. Adorad, adoradores. Y la mejor ilustración sonora que he visto en bastante tiempo. Y reflexión.
Azucar moreno y estilo quitch... buena combinación
ResponderEliminarLos caquis tienen muy buena pinta. Y para endulzar, ni sacarina ni na: azuquita.
ResponderEliminarun blog muy a tener en cuenta a partir de ahora
ResponderEliminarun saludo
vaaaaya... jajaja pues no, no se donde esta el cuervo... me doy irremediablemente aludida... xo lo descubrire... veras como si.... y ya te contare...
ResponderEliminarricardito esta mas vivo que tu y que yo... porque para escribir esos temas hay que estar muy muy vivo... o muy muerto... no crees?
A ver Rocío, pista número 1, cuando salgas de Troya, mira enfrente, diez metros a la izquierda. Y busca el azulejo.
ResponderEliminarencontrado el cuervo, el jueves ire y ya te contare...
ResponderEliminarYo no soy de Murcia, pero el Cuervo debe estar en lo alto de un árbol
ResponderEliminarjajajaja
Saludos!!
y seguro que el dueño sigue siendo el mismo, vino viejo y cacahuetes
ResponderEliminarEl dueño sigue siendo el mismo desde que yo era una jovenzuela. Yo he cambiado, pero él parece el mismo siempre. El bar, ahí sigue. Todo un clásico.
ResponderEliminarEn mi residencia catastral, El cuervo, duerme a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarSaludos!