3 y cuarto de la mañana. Noto algo cerca del tomate-patata (vulgo, corazón). Palpita lo suficiente, pero no es eso. Es una maquinilla de afeitar en el bolsillo superior del pijama. Los restos del naufragio de ayer tarde, supongo. O no. Del infinito pasado. Creemos que avanzamos, pero estamos equivocadísimos. Crees que avanzas, que das pasos, pero no. Giras y giras sobre la misma piedra, sobre la misma losa de 40 x 40. Incluso retrocedes. Te ofrecen vinagre y lo rechazas. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Eh? En este lado de la buena suerte quizás todo sea gris. O no. Pero no avanzamos, eso seguro. Ya lo decía Braudel en “El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en tiempos de Felipe II”, que hay que “medir el tiempo por los cambios y no por la duración”. Y punto.
Apocalíptico. ¿Todavía hay quien cree que se puede parar la película antes del final?
ResponderEliminarPues sí, "hay que medir el tiempo por los cambios y no por la duración". No lo sabía pero me lo apunto.
ResponderEliminar¡La broma ha terminado!.
ResponderEliminarSaludos.
Veo que a ti también te gusta el gin con limón... Aunque yo creo que sí avanzamos, hacia delante y hacia atrás.
ResponderEliminarSaludos.
¿De donde sacas estos vídeos? Algunos dicen que el tiempo no es tiempo: http://es.youtube.com/watch?v=EsZYqaSc4cU
ResponderEliminarAlgunos creen que con meter la cabeza debajo del ala, las cosas no ocurren. Hay quien no quiere ver el final. Ni del video, ni de todo. El final,... será demasiado tarde -por eso es lo último-. Mientras tanto, ¿qué hacemos esta tarde? Abrazos, Salva.
ResponderEliminarPD.: Este video lo utilizaré.
Escalofriante. Leí hace un par de años El informe Lugano, de ATTAC, y era igualmente escalofriante. Lo que ocurre es que no basta con decir "escalofriante", una palabra tan sonora. Algo habrá que hacer. Habrá que crear una conciencia distinta, una nueva conciencia. No sé si ahora mismo tenemos esa oportunidad, si todas las personas conscientes se decidieran a extender esta idea y a cambiar su modo de vida. A no consentir más, a exigir cambios. No soy muy optimista, pero quizás... Quizás haya terminado la broma como dice Juan Luis, siguiendo ese lúcido documento.
ResponderEliminarDesde que nacemos es así, pero bueno, ya que nada podemos hacer, ¡pues hagamos de todo!... una vez más las llaves están en nuestras manos, el tema es saber cuál abre la puerta correspondiente... veámosle el lado positivo, por lo menos tenemos las llaves. ¡Salud!
ResponderEliminarno sera un juego donde vamos para atras hasta desaparecer?
ResponderEliminarMucha tela! para ser las tres de la mañana... dedícate mejor a la ginebra con su tónica y rodajita de limónnnnnn
ResponderEliminarSaludos
Somos hamsters dando vueltas sin parar en la rueda de la jaula,sin saber que nuestro avance no es lineal,sino que partimos y volvemos infinitamente al mismo sitio.La rueda es la tierra y el roce de nuestro movimiento genera irremediablemente la entropía.b
ResponderEliminarMirar la vida a través del fondo de un gin-tonic es como un calidoscopio.
ResponderEliminarLa pesadilla no es ciencia ficción.
ResponderEliminarQue sed me da leerte. Voy a por el beefeater que se me acaba el tiempo.
ResponderEliminarHay cosas que no cambian
un lobo a por cubitos