Empiezo siendo un 37. Un maldito 37. ¿Quién quiere ser un 37? Un 23 sí, pero un 37. No me jodas. Un puto 37. En fin, es lo que hay. Respiro profundamente. Estoy cagado. Siempre me pasa. Justo antes, me pasa. Como un perro cuando ve al de la zoonosis. Al maldito imbécil del mono blanco de la zoonosis. ¿Qué se cree? ¿Va de Alex por la vida? Me cago en la leche desnatada. Aunque más que leche parece agua con pintura blanca. Que asco, joder. En fin, que me voy para abajo como me descuide. Y la galleta va a ser de cuidado. Un 37. ¿Me prestará alguien atención? Y con este gorro rojo debo de ser el hazmerreír de medio universo. Estiro los brazos intentando alcanzar las rodillas. Puntillas y todo lo demás. Estoy cayendo. Estoy volando, joder, estoy volando. Esto es volar y no lo que hacías tú, maldito Ícaro. Concentración. Esta vez voy a caer bien. Como un desconocido en una celebración incelebrable. Y caigo bien. Y levanto los brazos. Y soy un triunfador. Pero no. Resulta que soy otro distinto. Un 28. Un maldito 28. Esto es una metamorfosis, y
Pues va a ser, que no son el mismo, que a los dos les gusta volar y se cambian en el vuelo y todo.
ResponderEliminar37 28 37 y finalmente 28 la verdad es que me he quedado un poco no sé como.
:-)
Es un error, ¿37? ¿28?. ¿Qué más da?. ¿Error casual?. La casualidad sí existe: es una combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar... ¿O sí?
ResponderEliminarUn saludo.
Curioso, que no casual, aunque no se pueda evitar. Chaíto!!!
ResponderEliminarEl azar numérico,que diría Paul Auster.
ResponderEliminar¿Quién sabe donde esta el éxito?.
No sufras, 28 sí que es una faena. El 37 es mucho mejor, es primo, no necesita de ningún otro para definirse. Es auténtico.
ResponderEliminarEres un elegido.
Tienes razón, la leche desnatada es una autentica porqueria
ResponderEliminarJo, que poco he entendido.^Pero me encanta ese grupo que has puesto...como unos NIN en sus mejores momentos...me los voy a buscar y a bajar.
ResponderEliminarni 37 ni 28, una playita de mexico con mucho sol y a volar con una botella de ron blanco, ah y te dejo que te pidas el numero que quieras
ResponderEliminarLo mismo digo, que estoy en blancp y no sé qué treinta y siete te ha tocado. A mí no me toca ser números de nada, o por lo menos, me la trae al fresco. ¿O era un cuento? Ah, bueno... ¿Tiene algo malo, especialmente un número como el treinta y siete? Pues el veintiocho sí que es número cursi, la verdad.
ResponderEliminarMe has sugerido tantas cosas...
ResponderEliminarEsperando turno pa comprar el choped.
O pa que te saquen una muela.
O pa que te cojan en el circo del sol de funambulista.
O en una selección pa currar de papa noel a las puertas de un centro comercial.
O como monitor de aerobic para ancianos.
O...
Casi perfecto, demasiado alto vuela el 37, y se le ve prepotente... prefiero los pies en el suelo y mirar hacia arriba, en lugar de ver el mundo a mis pies.
ResponderEliminarAnselmo y Clares,
ResponderEliminaryo diría que lo que ha escrito es lo que le ha inspirado el vídeo que ha enlazado. Véase el enlace "un maldito 28".
yo al principio cuando lo leí ayer pensé: "¿Qué 37 y qué 28?" hasta que ví el vídeo. En él sale una persona con esquíes volando y en algunos momentos se ve claramente en la camiseta el número 37 y en otros se ve el 28 pero lo curioso del vídeo es que no notas el cambio hasta que no ves el número.