jueves, 1 de enero de 2009
Infiel.
La prueba de la infidelidad. Ayer por la tarde estuve tres veces con ella. Pero al final, fui infiel. La prueba me la acaba de mandar la amiga del que conduce el Aston Martin. El Aston Martin. Como dijo Braudel, esto pasará a los Annales. Pero la culpa fue del suministrador, el que todo lo sabe. Sí, yo fui obligado. Ya sé que entrará en mi expediente, y que no tengo perdón de Dios. Pero uno nunca puede borrar su pasado. Como Reagan con los talibanes. Con los talibanes. Todo queda en el disco duro. Y en el hígado. Pues eso, que sigo meditando. Por supuesto, desde el jergón. Y encima, joder, pienso en Chewaka. ¿Por qué era así Chewaka? ¿Qué es de su familia? ¿Y sus amigos? ¿Qué música escuchaba Chewaka? Como le decía Chewaka a su director, hasta luego, Lucas.
La infidelidad mereció la pena. Pero el suministro no es eterno, ¡eh!
ResponderEliminarHabrá tiempo de coger una azul, tranquilo.
¿Chewaka? ¿Y nadie recuerda a Han Solo?
Y luego me vienes a mí con el No a la droga y blablabla, pues vaya, cambiamos de año pero no de cabeza jeje....;)
ResponderEliminarchewaka, chewaka... infieles somos todos a veces. feliz año!
ResponderEliminarChivas con cola???
ResponderEliminarY seguro que te tomarías más de dos.
Eso es sacrilegio,es como hacerse calimocho con un Pago de carraovejas.
SACRILEGIOOOOO
En este año, más gintonic,... y el ron?
ResponderEliminarLas cosas se acaban y al final volvemos a los sabores eternos y conocidos.
ResponderEliminarTodas las infidelidades fueran como esa...
ResponderEliminarBesos.
ginebrita de la buena, mr sivarita..feliz año nuevo
ResponderEliminarSi, D. Supersalvajuan, eso trataba con mi entrada sobre la violencia sobre las mujeres, que reflexionemos todos sobre la matanza casera.
ResponderEliminarIgual un año tras otro.
P.S. Veo que mucho agrado que entre sus visitantes hay fieles del "Pago de Carraovejas". Le felicito a Dª Raquel por su buen gusto... y a Dº José por romper una lancita por el roncito (de mi Colombia espero...)
Jose, el ron es para gente fuerte, y yo soy un manta.
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