Que estoy solo. Que me aburro mucho. Que nadie me quiere. Que no se que hacer. Que no puedo pensar. Que soy una víctima de la Logse. Que la vecina del primero me mira mal. Y la del segundo, que es la que quiero que me mire, ni bien ni mal. Voy a coger el teléfono. La música, espectacular. Acabo de descubrirlos.
Yo suelo estar así todas las mañanas hasta la hora del almuerzo :-) Con el estómago lleno cambia todo. Respecto al vídeo, demasiado hipnótico para estas horas de la mañana...
Bonitos recuerdos y accidentados recuerdos para combatir la soledad, amigo. Espero que le gusten estos que traigo sobre la amistad. Con mi afecto, D. Supersalvajuan.
Javier Elorrieta es un vasco de paciente sonrisa, mordaz y bien humorado, afable y tiernamente afectivo. Tengo la inmensa suerte de ser su amigo desde hace casi cuarenta años.
Fue miembro de ETA hasta el año 1971 y, más tarde, preso, exiliado, amnistiado y, finalmente, empujado por su ineludible vocación política, diputado del PSE.
Javier Elorrieta, hoy es el feliz esposo de Amalita, una gallega dulce como la morriña. Padre, abuelo, siempre hermano, hijo y sobrino. Implicado a fondo, con toda su generosidad, en los movimientos cívicos vascos. Y, además, poeta.
Podría contarles mil anécdotas de cuando vivimos juntos. Bilbao, la dura vuelta del exilio, con Aner tantas veces sentada en mis rodillas. Paris donde nos acogía mi pobre hermano José Luis, Calella de la Costa y la admiración que le producían mis dos novihermanas, la noche del 23-F cuando Isabelita nos quería fusilar. Pero soy demasiado frívolo y podría dañar su imagen. Mejor callo.
Prefiero que sea él quién se lo cuente. Van a disfrutarlo.
Sus libros de poemas, Intento de suma pasión, Más alto que los cuervos y del primero, Guerras y canto, con portada del querido Nani M. Bezanilla, el poema que me me enseñó a admirar a este hombre bueno: Canto a los Pueblos de España.
Javichu, amigo, sé que te voy a hacer pasar vergüenza, pero, ¡cuánto te quiero, hermano!
Que hemos quedado a las 5:30 (o 6?) en mi casa para ir a comprar (antes confirmaremos la lista). Hazme una perdida cuando estés en la puerta de Discos Tráfico (en frente del Ladrillo). Al final 70 pavos y si falta soltamos más. Muaks
A ver que me aclare , lo que has escrito es como si tú fueras el que hace las llamadas esas al 112 ¿no?. Digamos que has escrito lo que él escribiría ¿es eso?. Si no es eso, ya me he perdido. ¿La del 1º te mira mal?, pues nada llama a la del 2º, la del 1º desaparece y punto
No nos mientas, Salva, que tú no tienes vecinas, o si? Te me estás subiendo a la chepa, que sí, que sí, que yo trabajo (a esto le llaman trabajar, no es culpa mía) y cuando sea consejero, o algo así te vas a cagar, que te voy a nombrar portavoz y verás lo que se acuerdan de tu familia :D
Yo suelo estar así todas las mañanas hasta la hora del almuerzo :-) Con el estómago lleno cambia todo.
ResponderEliminarRespecto al vídeo, demasiado hipnótico para estas horas de la mañana...
Salu2!
Pues como dice mi madre:Si te aburres échate en agua.
ResponderEliminarNo deberíamos tener tiempo para aburrirnos.
ResponderEliminarUn abrazo
Que rabia da eso de la vecina
ResponderEliminarcoño..la música está genial.me lo tengo que conseguir.
ResponderEliminarBonitos recuerdos y accidentados recuerdos para combatir la soledad, amigo. Espero que le gusten estos que traigo sobre la amistad. Con mi afecto, D. Supersalvajuan.
ResponderEliminarAlias, El poeta de la ETA
Javier Elorrieta es un vasco de paciente sonrisa, mordaz y bien humorado, afable y tiernamente afectivo. Tengo la inmensa suerte de ser su amigo desde hace casi cuarenta años.
Fue miembro de ETA hasta el año 1971 y, más tarde, preso, exiliado, amnistiado y, finalmente, empujado por su ineludible vocación política, diputado del PSE.
Javier Elorrieta, hoy es el feliz esposo de Amalita, una gallega dulce como la morriña. Padre, abuelo, siempre hermano, hijo y sobrino. Implicado a fondo, con toda su generosidad, en los movimientos cívicos vascos. Y, además, poeta.
Podría contarles mil anécdotas de cuando vivimos juntos. Bilbao, la dura vuelta del exilio, con Aner tantas veces sentada en mis rodillas. Paris donde nos acogía mi pobre hermano José Luis, Calella de la Costa y la admiración que le producían mis dos novihermanas, la noche del 23-F cuando Isabelita nos quería fusilar. Pero soy demasiado frívolo y podría dañar su imagen. Mejor callo.
Prefiero que sea él quién se lo cuente. Van a disfrutarlo.
Sus libros de poemas, Intento de suma pasión, Más alto que los cuervos y del primero, Guerras y canto, con portada del querido Nani M. Bezanilla, el poema que me me enseñó a admirar a este hombre bueno: Canto a los Pueblos de España.
Javichu, amigo, sé que te voy a hacer pasar vergüenza, pero, ¡cuánto te quiero, hermano!
Alias, El poeta de la ETA
Que hemos quedado a las 5:30 (o 6?) en mi casa para ir a comprar (antes confirmaremos la lista). Hazme una perdida cuando estés en la puerta de Discos Tráfico (en frente del Ladrillo). Al final 70 pavos y si falta soltamos más.
ResponderEliminarMuaks
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMaica, hoy o mañana?
ResponderEliminarA ver que me aclare , lo que has escrito es como si tú fueras el que hace las llamadas esas al 112 ¿no?. Digamos que has escrito lo que él escribiría ¿es eso?. Si no es eso, ya me he perdido.
ResponderEliminar¿La del 1º te mira mal?, pues nada llama a la del 2º, la del 1º desaparece y punto
mañana!!muaks
ResponderEliminarNo nos mientas, Salva, que tú no tienes vecinas, o si? Te me estás subiendo a la chepa, que sí, que sí, que yo trabajo (a esto le llaman trabajar, no es culpa mía) y cuando sea consejero, o algo así te vas a cagar, que te voy a nombrar portavoz y verás lo que se acuerdan de tu familia :D
ResponderEliminarAntonio, yo quiero el puesto de menor responsabilidad posible.
ResponderEliminar¿Puedo seguir la retaila de quejas con mis vecinos?....;)
ResponderEliminarAcusica, quejica Barrabás...
ResponderEliminaren el infierno acabarás.