Y mientras los sindicatos llenan sus arcas a nuestra costa, son ya 1,5 millones (más la familia) los que no perciben prestación alguna. Y mientras la demagogia inunda el discurso de Zapatero ante sus huestes sindicalistas, su Gobierno ha efectuado el mayor recorte social: convertir en imparable el incremento del paro. Ésta es su ocupación y preocupación por los más vulnerables. El descaro, la desfachatez, el desprecio del uno y los otros, resulta inefable.
¿Realmente a alguien le importan esos vagos que no quieren trabajar? Al lado de esos inútiles, muchos empresarios se dejan la vida y la energía por el país, la prosperidad y el progreso.
Mierda de proletarios avariciosos y chupópteros. Encima se quejan cuando se les despide. Si por lo menos se les pudiera bajar el sueldo esto no pasaría.
Nos van a hundir la economía por no trabajar, ¿no se da nadie cuenta de esta injusticia?
Paso a saludarte, que para otra cosa no me queda energía y a felicitarte por el espacio humorístico que has abierto. No veas lo que me he reído. Con colaboraciones magníficas. Saludos, amigo.
Si es que leeis lo que no debeis; hoy lo que es importante es ver la foto de la "cuadrilla de los 20", y ver que alegres y contentos están todos. Lo que no se es ¿de que c_ñ_ se rien?
Siempre he creído que Don McCullin ha sido el mejor fotógrafo de guerra del mundo aunque tampoco evitó enfrentar su mirada a las grandes tragedias humanas, el sida y las hambrunas. Siempre consideré un héroe a este fotógrafo londinense, 14 años mayor que yo, y un genio para grabar a fuego las miradas
En Chipre, Vietnam, Congo, Biafra, Rodesia o Sudán, su cámara ha reflejado todos los sufrimientos posibles. A lo largo de mi carrera de reportero coincidimos en dos conflictos, Irlanda y Líbano, pero sólo hablé tres veces con él. Su fama impresionaba, mi inglés era tan pésimo como su francés y siempre he sido respetuoso.
Estábamos cuerpo a tierra en el cementerio de Milltown, al oeste de Belfast. Sonaban disparos y explosiones, él se volvió a mí y me sonrió. Interpreté que aquella sonrisa decía, “lo estás haciendo bien, chaval, puedes quedarte conmigo”. Nos dimos la mano y me presenté. Volvió a sonreír. Aquel día hice unas fotos excelentes. Me contagié del embrujo del maestro.
Otra fue en el entierro-homenaje a Bobby Sands, terrorista del IRA muerto en huelga de hambre, y la tercera en Beirut, cerca de la autopista que separaba a palestinos y cristianos. Cada sonrisa y apretón de manos suyo me confirmaba que yo también quería ser periodista. Fotógrafo. Esta entrada se la debía.
Y mientras los sindicatos llenan sus arcas a nuestra costa, son ya 1,5 millones (más la familia) los que no perciben prestación alguna. Y mientras la demagogia inunda el discurso de Zapatero ante sus huestes sindicalistas, su Gobierno ha efectuado el mayor recorte social: convertir en imparable el incremento del paro. Ésta es su ocupación y preocupación por los más vulnerables. El descaro, la desfachatez, el desprecio del uno y los otros, resulta inefable.
ResponderEliminarACTUALIZACIÓN: 124.021.
ResponderEliminarEn Canarias ya petó hace tiempo. La próxima generación no nos llamará “godos”, nos llamará “nórdicos”.
ACTUALIZACIÓN: 124.101.
en realidad creo que ya ha reventado
ResponderEliminarnatalia, entonces debemos usar "el metodo Pinochet" y cargarnos de 100.000 en 100.000.
ResponderEliminarademas seguro que alguno de ellos es estalinista. O por lomenos rojo.
Y el gasto medio por "enfermos dependientes" es sólo de 167 euros. Solo han destinado 95 millones, me parece poco.
ResponderEliminar¿Este es el número que lleva el reo en la espalda?.
ResponderEliminarGénero: terror
muchos muacs y suerte.
¿Realmente a alguien le importan esos vagos que no quieren trabajar? Al lado de esos inútiles, muchos empresarios se dejan la vida y la energía por el país, la prosperidad y el progreso.
ResponderEliminarMierda de proletarios avariciosos y chupópteros. Encima se quejan cuando se les despide. Si por lo menos se les pudiera bajar el sueldo esto no pasaría.
Nos van a hundir la economía por no trabajar, ¿no se da nadie cuenta de esta injusticia?
Paso a saludarte, que para otra cosa no me queda energía y a felicitarte por el espacio humorístico que has abierto. No veas lo que me he reído. Con colaboraciones magníficas. Saludos, amigo.
ResponderEliminarcomo tantas otras cosas, llorar, tb a solas...
ResponderEliminarSi es que leeis lo que no debeis; hoy lo que es importante es ver la foto de la "cuadrilla de los 20", y ver que alegres y contentos están todos. Lo que no se es ¿de que c_ñ_ se rien?
ResponderEliminarEl Dios de la Guerra
ResponderEliminarSiempre he creído que Don McCullin ha sido el mejor fotógrafo de guerra del mundo aunque tampoco evitó enfrentar su mirada a las grandes tragedias humanas, el sida y las hambrunas. Siempre consideré un héroe a este fotógrafo londinense, 14 años mayor que yo, y un genio para grabar a fuego las miradas
En Chipre, Vietnam, Congo, Biafra, Rodesia o Sudán, su cámara ha reflejado todos los sufrimientos posibles. A lo largo de mi carrera de reportero coincidimos en dos conflictos, Irlanda y Líbano, pero sólo hablé tres veces con él. Su fama impresionaba, mi inglés era tan pésimo como su francés y siempre he sido respetuoso.
Estábamos cuerpo a tierra en el cementerio de Milltown, al oeste de Belfast. Sonaban disparos y explosiones, él se volvió a mí y me sonrió. Interpreté que aquella sonrisa decía, “lo estás haciendo bien, chaval, puedes quedarte conmigo”. Nos dimos la mano y me presenté. Volvió a sonreír. Aquel día hice unas fotos excelentes. Me contagié del embrujo del maestro.
Otra fue en el entierro-homenaje a Bobby Sands, terrorista del IRA muerto en huelga de hambre, y la tercera en Beirut, cerca de la autopista que separaba a palestinos y cristianos. Cada sonrisa y apretón de manos suyo me confirmaba que yo también quería ser periodista. Fotógrafo. Esta entrada se la debía.
El Dios de la Guerra
Reventando está ya...
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