Difícil va a estar la cosa. Ya veremos. Yo, por si acaso, iré a votar. Ni una vez he dejado de votar en mi vida, desde que se organizó el que pudiéramos hacerlo. Sin fe, pero voto. ¿Este es uno de la serie de vídeos que han hecho? El otro día me los mandaron todos, pero no los he visto. Me cansan los vídeos, se llevan demasiado tiempo.
Yo sí, yo soy algo rara, una entusiasta sin fe. La falta de fe es de los tiempos que corren, el entusiasmo de los que corrieron. Ya te digo, Salva, que ya veremos.
¿Votar o no votar? Esa es la cuestión... Yo, después de arriesgar la libertad para que llegara la democracia, hoy, no puedo dejar de votar... pero, desgraciadamente, no se quién se merece mi voto.
Lo del Sr. Garzón, imputado por unanimidad del Tribunal Supremo, parece una película, "El juez se ahorca", del director Mains Propres. Tenemos tiempo, veremos en que acaba todo y si el señor juez queda suspendido cuando la querella sea firme. SIGUE...
Yo también voy a ir a votar. Siempre voy. Y siempre llevo a mis hijos; estos últimos años, incluso, les dejo elegir a ellos el voto. Se lo toman con más responsabilidad que cualquier adulto: piensan, meditan, se paran en la tele o en la radio cuando ven a los políticos, nos preguntan, entran en la cabina, eligen las papeletas, las meten en el sobre y van conmigo hasta la mesa. Yo me limito a poner el DNI a su servicio. La última vez, mi hijo incluso iba preocupado: ¿y si la cago papá?, me dijo cuando ya había cogido sus papeletas. Bendita ingenuidad. En fin... es una forma como otra cualquiera de mantener viva la fe en estas cosas. Pero siempre voy. No puedo no ir. Siempre recuerdo la emoción de mi abuelo, que era un hombre sabio, la primera vez que fue a votar después de tantísimos años. Él me llevó a mí. No sé, tal vez me equivoque. Incluso es posible que me equivoque gravemente. Pero si no voy siento como si traicionara la memoria de mi abuelo. Y por extensión, la de quienes tuvieron que hacer la travesía del desierto. Yo voy a ir. Y luego, que los electos apechuguen con su conciencia. Y a ser posible, con sus actos.
Vamos a ser como Gloria como Rosa ¿como quién?, je ,je
ResponderEliminarDifícil va a estar la cosa. Ya veremos. Yo, por si acaso, iré a votar. Ni una vez he dejado de votar en mi vida, desde que se organizó el que pudiéramos hacerlo. Sin fe, pero voto. ¿Este es uno de la serie de vídeos que han hecho? El otro día me los mandaron todos, pero no los he visto. Me cansan los vídeos, se llevan demasiado tiempo.
ResponderEliminarFuensanta, después de todo: ¿vas a ir a votar? Te pongo un monumento Chaíto!!!
ResponderEliminarYo sí, yo soy algo rara, una entusiasta sin fe. La falta de fe es de los tiempos que corren, el entusiasmo de los que corrieron. Ya te digo, Salva, que ya veremos.
ResponderEliminarsiempre tiene que haber alguien que se acuerde del hermano chico(los clippers)
ResponderEliminaren fin, me gusto el video de la gloria
saludos aereos
¿Votar o no votar? Esa es la cuestión... Yo, después de arriesgar la libertad para que llegara la democracia, hoy, no puedo dejar de votar... pero, desgraciadamente, no se quién se merece mi voto.
ResponderEliminarGarzón imputado por prevaricación
Lo del Sr. Garzón, imputado por unanimidad del Tribunal Supremo, parece una película, "El juez se ahorca", del director Mains Propres. Tenemos tiempo, veremos en que acaba todo y si el señor juez queda suspendido cuando la querella sea firme. SIGUE...
Garzón imputado por prevaricación
Yo también voy a ir a votar. Siempre voy. Y siempre llevo a mis hijos; estos últimos años, incluso, les dejo elegir a ellos el voto. Se lo toman con más responsabilidad que cualquier adulto: piensan, meditan, se paran en la tele o en la radio cuando ven a los políticos, nos preguntan, entran en la cabina, eligen las papeletas, las meten en el sobre y van conmigo hasta la mesa. Yo me limito a poner el DNI a su servicio. La última vez, mi hijo incluso iba preocupado: ¿y si la cago papá?, me dijo cuando ya había cogido sus papeletas. Bendita ingenuidad. En fin... es una forma como otra cualquiera de mantener viva la fe en estas cosas. Pero siempre voy. No puedo no ir. Siempre recuerdo la emoción de mi abuelo, que era un hombre sabio, la primera vez que fue a votar después de tantísimos años. Él me llevó a mí. No sé, tal vez me equivoque. Incluso es posible que me equivoque gravemente. Pero si no voy siento como si traicionara la memoria de mi abuelo. Y por extensión, la de quienes tuvieron que hacer la travesía del desierto. Yo voy a ir. Y luego, que los electos apechuguen con su conciencia. Y a ser posible, con sus actos.
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ResponderEliminarA las 8 en el togo, ante no puedo ir.
ResponderEliminares que lo de ser alcalde no me va...
ResponderEliminarhombre, habrá que ir a votar, no ? aunque solo sea para quejarse luego...
ResponderEliminarY hablando de hermanos pequeños, que vivan los Sacramento Kings !
Iván, los Sacramento Kings, el equipo de los "palurdos" como dice Phil Jackson.
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