sábado, 20 de junio de 2009

Pocoyó.


Dinero siempre llama dinero. Y será por perras. Perras sinónimo de dinero. Pero aquí lo que sale es macho. Es perro. Y la elefanta, rosa y con mochila. Y el Pocoyó siempre haciendo algo, siempre maquinando. Pocoyó forever. Live for ever, que dirían los hermanos de Manchester. Eternamente. Y cotizando, como tiene que ser. Hasta el final de los días.
Pero el verdadero problema de los dibujos animados es la muerte. La muerte de David el Gnomo. Delfi hablando. Los perros hablan. Los caballos hablan. Hemos creado una generación de julays que creen que cualquier bicho habla. Todos los dibujos animados deberían tener una muerte. Homer de cirrosis, cada día más pajizo. Cada día más amarillo. Aunque eso sería difícil de conseguir. Entonces, más bien, se volvería blanquecino, color muerte. Y Milhouse. ¿Cómo sería la muerte de Milhouse? Y volviendo a Homer, una hepatitis B tampoco estaría mal. Todo el día tomando medicamentos. Y adios a la cerveza. En fin, que no falte azúcar. Todo edulcorado, hasta la muerte.

2 comentarios:

  1. El título de la canción, volverás, me recuerda a los Fresones rebeldes

    http://www.youtube.com/watch?v=5mfvhreMLHs

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