Ya hablé aquí una vez de él. Y ayer me dicen mis jefes que la palmó el bueno de Helmut. Una de las últimas veces, a media conversación, me dijo: "Tú, fiesta". Yo negué en plan Judas, que había gente delante. Un crack, el bueno de Helmut. Hubiera estado bien irse con la embajada alemana de fiesta alguna noche. Pero que se le va a hacer. Los Bombays de esta tarde van a tu salud. Y recordar aquellas charlas sobre balonmano. El ex-árbitro dijo adiós. Pues chaíto!!!
Me he quedado de piedra.
ResponderEliminarPobre Helmut.
Y siempre me acordaré de su"Besame, besame muuuuucho".
Un beso desde aquí a Irene.
Un figura que no olvidaremos.
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