He leído en La vaca multicolor una carta que envió el inventor (no sé si es la palabra más exacta) del LSD, Albert Hofmann, a Steve Jobs. Y yo que pensaba que todo giraba alrededor de Timothy Leary. Habría que investigar un poco más sobre el tema. Ah, por cierto, la "acidez" de estómago no tendrá nada que ver con esto. Digo yo. O tal vez sí. Estimulación neuronal y todas esas cosas.
Está claro que Hoffman apostó fuerte por su invento. Encuentro muy interesante que utilicen el LDS en experimentos de psicoterapia. Dice en la wikipedia que el parlamento Suizo aprobó en 2007 el uso del LSD (a nivel experimental) en psicoterapias para enfermedades físicas terminales. Es como el uso medicinal de la marihuana y demás...si no, mira el tito Freud, se ponía tibio de coca y mira el legado que ha dejado, toda una corriente en Psicología.
el que quiera ver las estrellas de dia y sin pagar un paston que se pase por mi casa que con un buen garrotazo lo soluciono yo por cieto, ni imaginarme quiero lo de la medusa y el pito, que horror
No hace falta ácido sólo con el ver el vídeo que has puesto ya estoy mareada. je, je, que no ge, ge, con Jota siempre con Jota.
ResponderEliminarUps, fallo técnico sobra un el y falta una coma
ResponderEliminarEstá claro que Hoffman apostó fuerte por su invento. Encuentro muy interesante que utilicen el LDS en experimentos de psicoterapia. Dice en la wikipedia que el parlamento Suizo aprobó en 2007 el uso del LSD (a nivel experimental) en psicoterapias para enfermedades físicas terminales.
ResponderEliminarEs como el uso medicinal de la marihuana y demás...si no, mira el tito Freud, se ponía tibio de coca y mira el legado que ha dejado, toda una corriente en Psicología.
Temazo rollo woodstock.
Lali, siempre ge ge.
ResponderEliminarInma g, el tito Sigmund Putifroid no lo invitaba yo a un bautizo, por lo que pudiera pasar.
el que quiera ver las estrellas de dia y sin pagar un paston que se pase por mi casa que con un buen garrotazo lo soluciono yo
ResponderEliminarpor cieto, ni imaginarme quiero lo de la medusa y el pito, que horror