Piensa un poco antes de dormirte. No pienses en nada cool, por supuesto. Piensa en los peones, esos ochos tipos dispuestos a todo. Piensa en la reina, la que todo lo dirige. Piensa en las torres, y déjate el vermouth. Déjate la cerveza, sólo por un rato. Déjate los caballos, no los sacrifiques. Déjate el gintonic para luego. El castigo es un movimiento inesperado.
Otra copa, por favor.
En cuanto te despistes te dan jaque mate.
ResponderEliminarNi Bobby Fischer vamos...
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ResponderEliminarCara de felicidad que tiene el chico...
ResponderEliminarmejor cara que la tuya de esta mañana,jaja...
Por cierto qu estaba yo desayunando esta mañana, mi café y mi tostada de pan, integral, por supuesto y he pinchado el enlace de tu twiterr, el de la cabeza.Me ha parecido SUPERDESAGRADABLE.Casi vomito,eso no se hace.
Los grandes jugadores de ajedrez suelen ser unos sobre-ebrios.
ResponderEliminarSon unos sobebrios, que se soban por estar ebrios, amigo Rubén. Qué desastre. Nuestro amigo más entusiasta bebedor nos ha llamado para tomar una limonada. Estamos impresionados. La edad no perdona. Pero él no es jugador de ajedrez, sino algo menos serio, o sea, profesor.
ResponderEliminarNO QUERER dar batalla es lícito y generalmente tiene una explicación (o no). El (los) kojack ¿Qué?, ¿Cabezones?, el dulce es lo que tiene.
ResponderEliminarEl miércoles dulce da paso a un viernes ácido, (aunque sea al parchis) y todo lo demás.
aaacccaaaa
ResponderEliminarque no puede ser
que se te nota
otra ...de agua mineral
yo sigo siendo de cuba de pampero.
ResponderEliminarsaludos coleguilla!!