viernes, 2 de octubre de 2009
25 kilates.
Ayer, antes de regar las entrañas con ex-alumnos y ex-compañeros, pude ver 25 kilates, una peli de esas en las que los retos están presentes en cada uno de los mintutos. Da gusto, de muy tarde en muy tarde, encontrarte con el cine hecho imaginación (no hacen falta millonadas para usar las neuronas como Dios manda). Que sí, de verdad. La sencillez puede ser una virtud. O quizás deba ser. Los prepotentes, los corazones que se creen motores del mundo, han de ser desterrados. La vida es muy perra, pero tiene sus momentos. Y hay que aprovecharlos, mirar, observar y ganar. Porque, aunque pierdas muchas cosas, alguna vez se puede ganar. O creer que ganas (y eso puede valer). Pues eso, que suene la música de los 25 kilates. Y sumando kilates. Y punto.
Yo los kilates los prefiero en los collares estilo canis...
ResponderEliminarjajajaj
Saludos y un abrazo!
No he visto kilates en la vida, Hiperión. Soy como Don Sebastón.
ResponderEliminarCuídate tú también.
Me la apunto para ver.
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