No se trata de justicia poética. Eso es una milonga del copón. Quien diga eso, nadie, nadie. ¿Nadie se acuerda de Drazen Petrovic? ¿Nadie de Fernando Martín? Nadie se acuerda de aquel domingo por la tarde en que se mató Fernando Martín.
el cielo existe, aunque nunca lleguemos ni a rozarlo con la punta de los dedos... pero que mas da? sabemos que está ahi, para nosotros...para quien pueda llegar a el.
Yo lo recuerdo perfectamente. Era 3 de diciembre y yo estaba oyendo la radio al mismo tiempo que estudiaba (o lo intentaba). Fútbol y baloncesto, baloncesto y fútbol. Se salió de su carril y el partido se suspendió. Lo recuerdo todo, salvo dos detalles: el año (1990 ó 1991) y el rival (creo que era el CAI Zaragoza). Al otro lo tengo menos presente. Fernando era uno de los nuestros. Como Ignacio Pinedo, entrenador ya muy veterano que vino a arrimar el hombro en uno de esos periodos en que todo sale mal, y se dejó la vida en el banquillo. Un ataque al corazón. Aquél sí que fue un partido de infarto, pero de verdad
¿Lo conoces?
ResponderEliminarhttp://elautenticogintonic.blogspot.com/
Es una de las más grandes verdades que has escrito en esta página (y no son escasas las que pones).
ResponderEliminarYo creo que debe existir y supongo que Montes le va a tocar retransmitir desde allí arriba los partidos de Basket y al lado Fernando y Petro...
ResponderEliminarel cielo existe, aunque nunca lleguemos ni a rozarlo con la punta de los dedos...
ResponderEliminarpero que mas da? sabemos que está ahi, para nosotros...para quien pueda llegar a el.
LOs seguidores de ACB y en especial de la NBA están de luto.
ResponderEliminarUn saludo para ellos, y que siga cantando encestes Mr Montes
Yo lo recuerdo perfectamente. Era 3 de diciembre y yo estaba oyendo la radio al mismo tiempo que estudiaba (o lo intentaba). Fútbol y baloncesto, baloncesto y fútbol. Se salió de su carril y el partido se suspendió. Lo recuerdo todo, salvo dos detalles: el año (1990 ó 1991) y el rival (creo que era el CAI Zaragoza). Al otro lo tengo menos presente. Fernando era uno de los nuestros. Como Ignacio Pinedo, entrenador ya muy veterano que vino a arrimar el hombro en uno de esos periodos en que todo sale mal, y se dejó la vida en el banquillo. Un ataque al corazón. Aquél sí que fue un partido de infarto, pero de verdad
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