martes, 20 de abril de 2010
2 meses y 10 diez días (I)
Diana a las 6: 20. Sin despertador. Todo el que necesita un despertador es que tiene la conciencia demasiado tranquila. Yo no la tengo. No tengo los arrestos suficientes para decir casi todo lo que pienso. Hay mucha gente que debería abandonar el mundo, y, si no lo hemos hecho, deberíamos. Pues eso. 7:15, directo al primer autobús del día, con el primer pestazo del día, de chusma que se levanta y no se lava. Sólo por eso deberían estar muertos. Me cago en sus antepasados y en las bragas de sus antepasadas. Puta escoria de mierda. 7:45, primer tren del día, primera bocanada de gasoil bestial ("ten fé" que el jodido tren de cercanías más ruidoso del mundo llegará). Y no sigo que me enciendo, porque el pestazo cuando llego a Alhama y esa industria deja su olor ya no me inmuta. De algo tiene que valer que me hicieran una rinoplastia de mierda en el año 94, ¿no? Ah, por cierto, que al puto médico, se lo dije: "Vaya chapuza de mierda de operación". El tipo se quedó con la cara blanca, no como su bata, que era de un verde demasiado Heineken. Si no es porque mi madre me cogió la mano le doy de palos al puto cabrón de bata verde. El único consuelo son los dos meses y medio escasos que nos quedan para las vacaciones. Y todo lo demás. Cuando tenga ánimo, seguiré con la visita a mis andanzas en el transporte público. Y punto.
Cuenta atrás.
ResponderEliminarYo no tengo la conciencia tranquila, pero me pongo el despertador porque no me fio de mi. Unas veces me suena en la cama, otras en la cocina.
Fantástico lo de la peste a chusma. Los mataría.
Joder, Amor, es que, pese a mi nariz rota, me dan ganas de vomitar a las putas 7 y 20. Tengo arcadas y me pongo más blanco de lo que soy.
ResponderEliminar¡Vísceras, olé!
ResponderEliminarMe encanta el vídeo.
Yo desde que no voy en transporte púbico (dicho a drede), no soy más feliz. Entre los micropenes al volante y las amazonas sin músculos externocleidomastoideos....
Para mi la patata es la testa. En mi pecho no hay patata.
;) y demás.