domingo, 11 de abril de 2010
Eres un sinvergüenza.
Pensaba que no encontraría una canción de desamor como Un buen día. Pero no. La venganza tiene voz de chica y lo subraya todo con un boli (¿por qué el Word me lo sigue cambiando por “Boli”?) rojo.
“Eres un sinvergüenza” ha sido la canción de estas fiestas, y sin enterarme de la mitad de la letra (gracias al señor Durante la reproducimos ahora aquí).
Las emociones humanas. ¿Por qué no podemos olvidar los sentimientos? ¿Es imposible? ¿No podríamos ser barras de hielo infinitamente? ¿Hielo hasta la eternidad? El control de las emociones humanas es imposible, por mucho que nos engañemos. Nada es atemporal, nada es la mitad de nada nada. El desamor no es un puto truco de marketing. Es algo que está ahí, y te jode, y te vuelve a joder, pero la venganza es una opción. Y hay veces que la única opción es alejarse. Las antípodas es el sitio donde muchas personas desean que estés. Eso si que es cierto. Dice el diccionario de la RAE que la emoción es “la alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática”. ¿Cómo controlar esa alteración? ¿Agradable o penosa? ¿Naranja o limón? ¿Pantalón campana sí o pantalón campana no? Si ya lo decía Carlos Berlanga, “¿qué prefieres mantequilla o Tulipán?”. Pues eso. Y te vas a las antípodas, pero en la era digital todo está cerca. Te tienen pillado. Una vez que te “han meado” no hay tu tía, la verdad.
“Viva el odio que es mi tierra”. Dice el mismo diccionario de antes que el odio es “la antipatía y aversión hacia algo o alguien en cuyo mal se desea”. Más bien alguien, porque siempre es alguien. Siempre hay alguien que te desea jodiendas con vistas a la bahía. Y que en la bahía estén de concentración todos los tiburones espilberianos del mundo y que te destrocen en mil pedazos. Y entonces sale la escusa de la infravaloración. Todos tenemos un valor. Si todos fuéramos iguales, esto sería un puto desastre, un aburrimiento del copón y una leche desnatada pasada de fecha que te ponen en ese bar al que vas por no andar medio minuto más al siguiente. Cada uno tiene su valor, y si el tuyo es inferior, pues es lo que hay. Vip Guay, que diría Emilio Aragón. Diplomas para todos. Será por papeles. Será por papeles. Y lo de arcada vital está bien, suena a borrachera continua. ¿Y la capacidad de elegir? ¿A estas alturas no tenemos la capacidad de elegir? Y del universo no hablo hoy. Pues eso, la canción de las fiestas. Y punto.
De las emociones humanas, de las que tengo controladas,
las que no y las que aún me faltan por experimentar,
la que ahora está en portada del suplemento de mi sistema
nervioso central es la que no voy a decir.
Dedúcela, y desintégrate, explótate,
sé que esforzándote,
sé que aún vas a hacerlo peor,
y desubícate, castígate, y fosilízate,
y por supuesto bien lejos de mí.
Viva el odio que es mi tierra.
Sabrás que me has infravalorado,
no debía de ser tan horrible ni hacerlo tan mal,
lo dice un diploma, que mi madre ha
colgado orgullosa en el cuarto de estar.
Tú di que sí, tú di que sí, sigue esforzándote,
sigue en tu plan, sigue queriéndote, provocando mi arcada vital,
recomendándote la extremaunción,
habilitándote un trienio de incapacitación.
Tú, ve y desintégrate,
explótate, sé que esforzándote aún vas a serlo peor,
y desubícate, castígate, ven y humíllate,
no ves qué bien, no ves qué bien,
ha quedado el universo sin tí.
Esta vez me quedo con los planetas.
ResponderEliminarCuriosa entrada para el Sñor pocas palabras.
;)
Yo también me quedo con los Planetas. Con esa o con Pesadilla en el parte de atracciones... http://www.youtube.com/watch?v=PvycvrqWkbw
ResponderEliminarLas canciones de desamor son un clásico, pero este blog es muy pop como para mandarte algún enlace con una ranchera o un bolero... (verdaderos clásicos se me ocurren, jeje). Y bueno, sentir está bien, ¿no? aunque sea desamor... y regodearse en la propia tristeza, que eso alguna vez lo hemos hecho todos... porque igual todo es una mentira, como tú dices, pero ¿para qué quieres ser un bloque de hielo?
Ahí va otro poema de mi poeta granadino favorito... el desamor siempre al fondo:
"Ni la frente en orillas de yerba soñadora
-ya ni siquiera tú como testigo fiel-
ni el corazón viajero sobre ginebra o mar.
Qué gran error -la trampa- los pensamientos bellos,
tus ojos, la pasión, aquello de la vida.
Javier Egea.
“La venganza tiene voz de chica”, será por eso que el Cartagena vuelve a estar segundo.
ResponderEliminarÁnimo y no te marches a las antípodas, muy al contrario: dientes, dientes, que les jode.
joder cómo está el patio!cuando quieras nos tomamos una caña sin vergüenza ninguna..
ResponderEliminarNo te has puesto a escuchar el nuevo disco de Maga¿no? ahí van fragmentos:
ResponderEliminar"Si soy más fuerte que ayer hoy no prometo disimularlo será que aprendo a caer y desde el suelo veo más claro lo inútil que era insultar cuando la herida en mi costado dejaba el aire escapar y mis palabras no hacían daño"(canción: Joy)
"Es dificil ver si no aprendes a mirar, nunca me enfrenté a la tempestad preferí la calma, dormir hacia otro lado se movió la balsa y todo cayó, no supe que salvar todo se cayó, no supe que gritar"(canción: La balsa)
"siempre he podido elegir y equivocarme de almohada por eso estoy aquí no me arrepiento de nada(...) hemos llegado hasta aqui sabremos antes que nadie si somos de verdad pedazos de algo importante, se lo que voy a pensar cuando lea esto mañana por algo lo escribí no me arrepiento de nada" (canción: Harás romperás)
Por que no fuiste ayer al concierto????!!!
ResponderEliminarAnele, ha sido la lucidez del momento.
ResponderEliminarSilabaria, (casi siempre) nos quedamos con los Planetas. Lo que pasa que en Pesadilla en el Parque de atracciones es tan evidente todo que en tan poco tiempo no se puede hacer mejor. ¿Las jefas escuchan rancheras? ¿Qué es lo próximo, narcorridos? Desamor, que palabra, Silabaria, desamor. Me estás enganchando al señor Egea, y eso que no soy devoto de la poesía, pero eso de "aquello de la vida" te deja hecho un retrato. Cuídate!!!
Necro, no me hables del Cartagena, ni del Real Murcia, que no está la magdalena para pespuntes.
Maica, unas cerves tinerfeñas, digo yo.
Lali, tengo que pillarlo, la verdad.
Amor, un fallo imperdonable, no tengo perdón de Dios, soy un pequeño Satán.
El desamor puede ser provechoso, no cuando se sufre, que es jodido, sino después.
ResponderEliminarPeor que sufrir las consecuencias del desamor, es hacérselas sufrir a otro. Por cierto que la de Los Planetas es mejor, aunque ésta no desmerezca
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