domingo, 11 de abril de 2010

Otra decepción.


Una aclaración. Sí, una aclaración. Después de ese homenaje a la caspa que es el entierro de la Sardina, Murcia, la ciudad de Murcia, es una ciudad fantasma. Casi todo cerrado, y las calles pegajosas, y todo lo demás. Me ha tocado reclusión en el Príncipe de Gales para ver la nueva derrota del Real Murcia, esta vez, en la ciudad departamental. Como no tengo palabras, y no quiero blasfemar en el día del Señor, me voy a callar un ratico. Lamentable. Lo de la ciudad y lo del equipo de la ciudad. Lamentable. Y punto.

2 comentarios: