sábado, 26 de junio de 2010
Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer
Otro de mis suicidas favoritos. Tal vez no. Tal vez no debería titular así esta entradilla. Por este Gintonicdream (los de ayer sin sueño, en soledad y con el móvil en la mano fueron espectaculares), he hecho reverencias varias en las últimas semanas. Por supuesto que Ian Curtis es nuestro paradigma. Pero no quiero que se malinterprete en el caso de Ian Curtis, como en el caso que puse hace unos días de una periodista americana. A la gente la juzgamos por sus obras, y si ahora lo hago con David Foster Wallace no es por joder la marrana ni nada por el estilo. Que no hombre, que no. Tengo una obra pendiente de David Foster Wallace, pero me da miedo ponerme por el principio. Esa deuda pendiente es La broma infinita, pero más de mil páginas me dan miedo. Tengo muchas cosas pendientes para este verano, pero ya mañana me joden la mañana con las putas oposiciones, pero eso es otra historia, también infinita, por cierto. A lo que iba. En Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer el bueno de DFW cuenta todo lo que hizo en un crucero de lujo. Y lo apuntaba todo el muy cabrón. Escribo esto mientras veo a Yankilandia jugar su partido de octavos contra Ghana. No es casualidad, es simplemente una curiosidad, porque las casualidades no existen. Y si ya habla del principio de Peter desde el principio, te engancha, seguro. El jodido principio de Peter, que vemos que se cumple día tras día en el trabajo y en la vida. Y en la vida, como en la muerte, todo está puesto en una foto o grabado con una videocámara. Cuando te encierras en un crucero de lujo ves cosas que no te hubiera gustado ver en la vida (desnudos, por ejemplo). ¿Qué ocurre cuando ves a alguien vomitar a cinco metros de ti? ¿Qué piensas en ese puto momento? Pues absolutamente todo puedes llegar a pensar. Y DFW lo piensa y lo pone por escrito, y con una cantidad de notas al pie de página. Bestial y genial a la vez lo de las notas al pie. Como tiene que ser, la verdad. Si algo nos enseñaron los padres de la Escuela Histórica Alemana es lo de citar y poner notas al pie. Y como seguidor del color azul, le agradezco a DFW que me esté obligando a fijarme que no existe un solo azul, existen miles de azules, como existen miles de sensaciones. Y comer por comer, porque hay que comer, porque hay que comer, porque hay que comer… Y en un crucero de lujo hay mucha gente cobrando el salario mínimo y viviendo de propinas. Y explica los motivos, cada uno de ellos, por los que unos tipos cincuentones y sesentones se gastan 3000 dólares más los gastos del viaje en el superbarco. Y todo lo demás. Una obra imprescindible para aquellos que viajamos y no precisamente en cruceros de lujo. Aunque quizás ya no podamos ni viajar en tren, que ha dicho el ministro de Fomento que se van a cerrar todas las líneas que no sean rentables. Y punto.
ehhh, suerte mañana,por decirte algo.
ResponderEliminarno te quedes dormido jijiji
Tranquilo, que dormir es aburrido y una pérdida de tiempo.
ResponderEliminarYo prefiero quedarme con la música que nos pones...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Que te salga bien!
ResponderEliminarSin miedo con La broma infinita, en serio, que es de los que te atrapan hasta el final.
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