lunes, 14 de junio de 2010
Pantanosa
No sé como explicarlo con palabras. La España entre el 94 y el 98 del siglo XX. Situaciones que todos hemos vivido, de una forma u otra en la universidad de Murcia. Pantanosa es Murcia en un una época en la que todo estaba cambiando. Siempre hago referencias cronológicamente precisas. El personal se ríe de mi cuando me refiero a aquel viernes 25 de, o aquel jueves 18 de, año de, hora exacta. ¿Cómo no acordarnos del día que comenzamos a leer aquel libro maravilloso? ¿Y aquella canción? ¿Y aquel disco? Todo eso es Pantanosa.
Pero también es la historia de desamor del protagonista con respecto a Helena. Ese amor no correspondido le lleva a pasar por distintas pruebas de superación física y mental. Pero está claro que lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Y ese contexto geográfico, en Pantanosa-Murcia, se vuelve irrespirable. Una ambiente que agota y en el que todo es mentira y nada es como lo ves. Vamos que Pantanosa-Murcia se queda muy pequeña para el protagonista y sus secuaces.
En ese desamor, el prota busca soluciones intermedias, busca ese rayo que ilumina al ejército en mitad de la batalla más cabrona. Y mientras lee a Verlaine, a Cioran, a Melville, a Poe, a Kafka, a Baudelaire, a Henry Miller, a Kerouac, a Huxley, a London, a Bukowski y a un montón de tipos más, vive a ritmo desenfrenado.
Pero no siempre uno puede hacer lo que desea. Vive a expensas de una familia que lo ata y le hace fijar la mirada con otra visión. Esa hermana desequilibrada que hace que esté el jaleo a la orden del día; un padre que vive con su nueva familia y con el que no se puede contar. Por lo tanto, su único refugio tangible son los amigos, las sustancias que le hacen olvidar temporalmente todo. A ello sumar libros y canciones que nunca se olvidan. Y Murcia-Pantanosa agobiante, como siempre (con mucha menos oferta que ahora década y pico después). Y la obligatoriedad de de hacer una carrera, como era Derecho, que no quería hacer. Y el fantasma de la cárcel ante la idea de la insumisión a la hora de hacer el servicio militar.
Con todo eso, sólo queda desaparecer de vez en cuando. Y en esa desaparición, siempre hay otros refugios, no siempre al alcance de la mano. El refugio de Campoamor, cerca de Pantanosa-Murcia pero capaz de obtener momentos de evasión; el refugio de Granada, eje cultural y muchas cosas más del sur español; el refugio de Londres, sueño y pesadilla a la vez; el refugio de Delft, con la cercanía psicotrópica del oasis lumínico de Amsterdam, visto en perspectiva desde el desierto de las obligaciones diarias.
Y la realidad del día a día, de vivir momentos irrepetibles entre la lucidez y la desesperación. Y en esa desesperación Vs lucidez hay momentos para esuchar el Omega de Lagartija Nick y Enrique Morente, y, como no, referente de tantos y tantos momentos, Biblia obligatoria de la música popular en España, aparece “Una semana en el motor de un autobús”, una de las obras cumbres de Los Planetas, mágico espejo de desamor y venganza. Y de odio también, por supuesto, pero hay muchos tipos de odio, aunque no todos sean bienentendidos.
En fin, que Pantanosa es la novela que muchos desearíamos escribir porque refleja momentos, unos más reales, otros menos cercanos, otros verdaderamente próximos, que hemos vivido.
Y en esos momentos, me recordó mucho la enseñanza del Maestro de Gramática, don José Perona, cuando decía que entrásemos al aula de un profesor de otra licenciatura para darnos cuenta de todo lo que nos queda por aprender. En este particular, resulta paradigmático la entrada del protagonista en el aula del profesor Jarauta mientras habla de las ideas estéticas. Esta aparición, profética, como lo es al principio de la novela la de Antonio Escohotado, muestra claramente la calidad de la novela.
Que se entiende, vamos. Acabando y sin caer en la fechoría del regalador de consejos, sólo tengo palabras buenas para Pantanosa que, me ha hecho recordar la mejor época de la ciudad de Murcia, como fue la segunda mitad de los 90’s.
Lo demás fue un sucedáneo, por lo menos de lo que me acuerdo. Y punto.
Y suena La copa de Europa de Los Planetas, no podía acabar de otra manera:
"Ahora pienso que no merece la pena,
arriesgarme traerá más problemas.
Así que elijo
lo que tengo más cerca.
Por lo menos tendré la certeza
de que existo,
de que puedo decidir,
de que elijo por mí,
sólo por mí.
En vez de aceptar lo que viene de fuera,
en lugar de contar lo que queda,
desde ahora hasta el día en que me muera
por lo menos cabrá la sorpresa.
Algo nuevo,
algo aún por descubrir,
algo dentro de mí,
dentro de mí.
Cuánto tiempo he perdido ahí afuera,
cuanto por descubrir en mi cabeza.
Es tan vasto
que da casi pereza.
Casi pienso que no tengo fuerzas
para hacerlo
y encontrar dentro de mí
algo nuevo".
No sé qué tal estará la novela. Leída la entrevista, parece otro tipo en posesión de la verdad. Y ya cansan, tú. No sé si habrá suficiente verdad para todos
ResponderEliminarRegala, regala, joder, que todo ll malo sean los regalos.
ResponderEliminarVaya currele de entrada ;O
ResponderEliminarY porque esa tiene que tener el mismo nombre que yo.
No me gustan nada las casualidades
pero nada, nada...bueno a veces sí, pero sólo a veces...
;)
Pantanosa Murcia, se le queda pequeña a cualquiera.
ResponderEliminarUn post harto planetario, mola.
Pues nada chico dedícate a añorar siempre lo que has perdido porque los 90' no están ni volverán y no valores para nada los años que van de 2006 a 2010 por lo menos en lo que a mí respecta y así no tendrás que rememorarlos. Tú sigue en tu línea y luego quéjate de que pierdes amigos. No te esfuerces ¿Para qué te vas a preocupar de si se enfadan o no o si les molesta algo de lo que haces o dices? a ti qué ¿no?. Pues nada tú mismo. No me gustan los sucedáneos que lo sepas. No tengo nada más que decir.
ResponderEliminarLa apunto, gracias.
ResponderEliminar….Y pese a lo que digan otros a mí me cae bien un tipo que regenera el hígado, dice “la mar”, y subraya al Escohotado.
Creo que deberías mandar algún ramo de rosas a alguna amiga, pero tampoco me hagas mucho caso, yo añoro los 80, ganso.
(No te enfades, y no me tiréis piedras que estoy muy suceptible, gracias.)
Necro ¿Por qué no tienes cuello?
ResponderEliminar;)
Oyes, ya podias pasarte alguna vez por el blog de Atila, por no sentirme sola más que nada...y algún otro también.
Me la apunto por segunda vez
ResponderEliminar@Anele te voy a contestar por última vez en ésta vida, sé que eres una trollaca y lamento que sea, una vez más, en territorio ajeno:
ResponderEliminar1.-Tengo menos cuello que polla.
2.-Si te sientes sola en el blog de Atila lo entiendo, pero no me pasaré más por allí a comentar por culpa tuya.
3.-Creo que tienes menos personalidad que una etiqueta de anís del mono.
4.-Jamás te has pasado por mi blog.
5.- O-L-V-I-D-A-M-E (pesada).
6.- Fea.
Le pido perdón al dueño del prao y a resto de foreros, pero es que estoy hasta los güevos del acoso de esta tía que no conozco de nada.
ResponderEliminarPerdona Necro, no sé porque te metes conmigo de esa manera.
ResponderEliminarTe puedo asegurar que no sé a que viene tal comentario.
Disculpa si te ha molestado lo del cuello, era unicamente una broma.
Por favor me gustaría que me lo explicaras ya sea aquí ya sea vía email aneleblog@hotmail.com
Gracias de antemano.
Creo que te estás equivocando del todo.
En cualquier caso si me explicas los motivos de ese comentario y te tengo que pedir disculpas lo haré.
Perdona Salva.
Hay un ser real con nombre y apellidos que se dedica a joder blogs y blogueros. Incluso le llegaron a poner una denuncia real en comisaria.
ResponderEliminarIncluso este ser llego a publicar con mi nick en el blog del "desaparecido" Southmac insultandole.
Presiento que va por ahí los tiros.
Yo nunca miento Necro. Y todo lo que te digo es real.
Hay muchas personas que han sufrido su acoso.
Lo dicho, si quieres ponerte en contacto conmigo tienes mi email, el mío, el de Anele. Elena al revés.
Gracias
Joder cómo está el patio!
ResponderEliminarSuperSalva esta vez te has lucido..no has pensado escribir una réplica del Quijote?Menudo curre.
La que está cayendo!!!!muaks, guapi!
pfiu, yo iba tan tranquilito a comentarte gintonic, y me encuentro a la amiga anele en pleitos con necronomicón, vaya lío. A este último no le conozco pero a anele si y quiero decir que es buena gente.
ResponderEliminarY ahora a lo nuestro, me ha sorprendido este Pantanosa (para bien), es una buena historia y perfectamente real. Un cambio de registro. Me ha gustado.
Abrazos (y paz entre los litigantes)
Gracias, Ernest100
ResponderEliminar;)
Palabro de verificación: "quises"
Leandro, la novela está de puta madre.
ResponderEliminarAmor, de acuerdo.
Anele, son curiosidades, las casualidades no existen.
Inma, Murcia es muy pequeña a veces (la entrada planetaria tiene su explicación a final del libro)
Eme, no se pueden sacar las frases de su contexto.
Necro, los 90's aquí estuvieron bien. Y sí, soy un ganso de los buenos.
Jesús, bien hecho.
Maica, espero que acabara bien el santo consorte y todo lo demás, también. Nos vemos prontito!!!
Ernesto, la novela está genial!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarañorar el pasado es correr tras el viento...que te de en la cara es mejor con este verano que nos espera.Saludos
ResponderEliminarEle, ¿correr tras el viento? No lo creo así, pero lo tendré en cuenta.
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