El duelo de octavos no era justo. No podía ser que esos dos equipos, que hubieran llegado a semifinales en cuadros normales, se enfrentaran en el primer cruce. Los brasileños ya demostraron su potencial frente a USA en primera ronda. Primero Marcelinho y Delfino, luego Barbosa y Jasen, pero sobre todo, Scola. La demostración de Scola de ayer no tiene nombre. Fue el hombre del partido. De tarde en tarde, muy de tarde en tarde, es bueno reconciliarse con el baloncesto y estar a 180 pulsaciones durante 115 minutos. Inolvidable.
Algo parecido se podría decir de Grecia y España
ResponderEliminarA Grecia le faltó un pelín de banquillo.
ResponderEliminarY le sobró un pelín de caradura, también
ResponderEliminarTeodosic anota un triple desde su casa, y manda a España para casa...
ResponderEliminar