Han cazado, cuando han querido según casi todos, a Mladic. Si no era entregado, Serbia podía seguir llamando al jodido timbre de la Unión Europea todas las veces que quisiera, que nadie iba a responder.
Mientras allí se mataban Europa y Yankilandia miraban las jodiendas con vistas a la bahía como si no pasara nada. Hasta que la sangre empezó a salpicar y hubo que intervenir, no fuera que la sangre salpicara. Y, un ejemplo, fue Sbrenica. Sí, otra fosa de terror. Otra más. Pero, sí siempre podemos ser nosotros un Mladic cuando la tormenta se pone jodida.
presentate tu a las primarias
ResponderEliminar...es que nosotros somos los malos...
ResponderEliminarNo se puede ser más grande.
Yo, Marqués, tengo las tardes muy ocupadas.
ResponderEliminarHm, siempre grande.