Recuerdo que, hace año y pico, cuando fuimos a ver el concierto de Hombres G en mitad del geriátrico, fui de los pocos (salvo locas incondicionales que no distinguen capitalismo de comunismo) que cantó a voz rota Esta es tu vida. Y, luego, días como hoy recuerdas otras como este Matar a Castro. Pero después de un Ruz siempre hay otro. Y, sigo sin encontrarme, y ya son varios meses, a aquel tipo que llamábamos el orgullo de mamá. Y punto.
Los Hombres G. ¡Manda güevos!.
ResponderEliminarPara que oigas, Necro. Los jodidos Hombres G. Y yo viéndolos, con el jersey en los hombros.
ResponderEliminarSi que tiene huevos la cosa... si...
ResponderEliminarSaludos y buena tarde de domingo.