No sé si ayer hubo horas de más, como dirían los de Ruido Blanco, pero la victoria ante los Ruskis lo salva todo. Ni ganas que falten, ni Kirilenko fallando tiros libres, ni el italiano sin soluciones, ni el banquillo infravalorado. Pues eso, repito canción, pero esa corona y ese laurel son nuestros. Y todo lo demás.
Anímate y publica un análisis para ignorantes. ¿Tenemos posibilidades en la final?
ResponderEliminarMúsica de domingo...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.