martes, 2 de julio de 2013

Diario de un interino en paro (LXXVII)

Segundo día de desempleo gracias al fenómeno emergente (vulgo, consejero). Sí, el mismo. El fénomeno de los últimos meses, que tiene un gran éxito. Este tipo es un personaje que se merece un premio gracias a la tanda de sorpresas (des)agradables que nos tiene preparados. Los interinos en paro somos un colectivo exótico, todo hay que decirlo. Una tropa, pero sin pacifismo beatífico. Ese tiempo acabo; las sorpresas, no. Unos de crucero entre dominós (viva el pito doble, dijo una de las señoras del fondo), entre la fascinante decoración. Gaviotas, voces de escalofrío, nubes inestables, asuntos narrativos. Una nueva era. Un nuevo comienzo. Hasta todos los invictos caen víctimas de la noche, caen a esa de las ocho menos algo. Sorpresas, o no tanto. Con firma nacional, por supuesto. Brillantez instrumental. Acelerando a lo bestia. Y todo lo demás.

5 comentarios:

  1. Que suene hidrogenesse! No me aclaro con lo números.

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  2. Los números, números...en vez de Hidro voy a poner a Ellos en la siguiente. Lo prometo.

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  3. ¿Pero este diario no estaba cerrado?

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  4. Ha vuelto a subir la persiana, mínimo tres meses. O más.

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  5. Pues precisamente estos negocios son los que tendrían que ir cerrando, me parece a mí. Duro con ellos, entonces

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