O la falta de huevos. O la estupidez taciturna. O la ironía asquerosa. O tanta gilipollez galopante. Vaya usted a saber el motivo, pero
leo esta noticia en El Confidencial Digital y me quedo perplejo. Que quedo con cara de gilipollas. Me quedo tal que así, como un palo de fregona después de limpiar el suelo de un bar la noche del bando de la huerta. O tal vez no, no lo sé. Definitivamente quizás.
Pues si es que los españoles somos tontos. No hay otra explicación.
ResponderEliminarSomos otros cosa más gorda.
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