Aprovechando el desempleo parcial, aunque casi total, de este curso desacamedizado y casi metadonizado, tocaba visita ranalística en este residuo de la pura nada, en este mundo epigonal y marginal que es Villa Desmadre. No hay subvención para mis andadas, pero es lo que hay. No seamos cortos de miras, no seamos tribales a la hora del Ángelus, que luego todo se demoniza. O quizás, quizás...
Menudos palabros dentro de poco tendrás que publicar tu supersalvadiccionar
ResponderEliminarSalva y sus diccionarios, nombre novelero. Gracias por la aportacióndesdelacapitalvalcarciana
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