domingo, 16 de marzo de 2014
Una historia sencilla
Poco antes de morir entregaba Leonardo Sciascia a su editor Una historia sencilla, otra de sus obras en las que muere alguien de Sicilia. Muerte y Sicilia en una frase, una y otra vez. Pero Sciascia, con símiles entendibles fácilmente, nos cuenta como todo no es lo que parece ser. Los motivos, muerte, suicidio, asesinato. Cuadros y alfombras. El mal ambiente entre los herederos del fallecido. Las envidias en la comisaría. Los viejos profesores y sus clases recordadas. Las casas semiabandonadas que no lo son tanto. Jugando a literatura ficción, creo que Sciascia nos hubiera dado libros maravillosos con los medios de comunicación actuales. Si con una simple llamada telefónica empieza un pequeño diamante como Una historia sencilla no sé lo que hubiera hecho en la época de las redes sociales y del dos punto cero. Otra breve obra de recreación y frases fáciles, de subrayado en bolígrafo rojo otra de las pequeñas joyas de la gran literatura, de la literatura de verdad. Y punto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario