16 días

Tocó la campana y empezó la campañita electoral. Voy a las webs de varios periódicos y ya luce, en condiciones, la publicidad de varios partidos. Como cantan Los Planetas en El Duendecillo verde, "tu cara anuncia tu patético final". El final de más de uno. Pero a lo que iba, pijo. No pueden ser objetivos. Los chicos de la prensa, digo. No pueden. No los dejan. Se quedan en el 5%. A lo sumo, el 10%. Ya está el jefe de redacción dando un toque. Nada de meternos con fulanos ni menganos que necesitamos la publicidad para no estar en julio en la cola del paro. Y hablando de medias verdades, de medias mentiras, de MENTIRAS CON MAYÚSCULAS, a estas alturas de la película, sale la mentira del CIS, a la altura de la del EGM o de la que tú te quieras creer. Y el CIS, a dos semanas y dos días del asunto electoral de 10 comunidades y de los ayuntamientos, nos recupera el bipartidismo. Hay que seguir bajo palio y rezar las oraciones pertinentes. Las oraciones de siempre. Nada de póquer político en España. Ese póquer sería el final, dicen en la misma redacción del periódico donde hay que maquillar la mierda para que parezca arcilla del Magdaleniense. O del Auriñaciense. O de cuando sea. Explícitamente, de fondo, alguien dice que "ese póquer sería macabro para España". Pues veremos como se las gobiernan en cada uno de los ayuntamientos del agonizante sultanato de Sean Connery. "Y te digo que ya no puedes ser más subnormal".