lunes, 22 de febrero de 2016

¿Por qué Hitler y no Stalin?

Ayer en Papel, Peinado recogía, entre triples y el último título de Laso, la pregunta que se hacía el New York Times: ¿Matarías a Hitler de bebé? Y me da igual que fuera el New York Times, o Los Narejos Times, o el Aljucer Tribune. Me da igual. Siempre que pensamos en cabrones y asesinos e hijoputas lo hacemos mirando hacia la derecha. Giramos la cabeza hacia la derecha. Y los cabrones, los asesinos e hijoputas no entienden de ideologías: son simplemente lo que son. Da igual que giren a la derecha, a la izquierda, hagan óvalos en sus pensamientos o se lleven a sus amantes y concubinas al nido del águila. A su jodido nido de águila, al apartamento de Siberia o su burdel de La Habana. ¿Por qué no matar al norcoreno de bebé? ¿Por qué no matar a Benito de bebé? ¿Por qué no matar a toda la familia Castro de bebé? ¿Por qué no matar a Franco de bebé? ¿Por qué no matar al norcoreano de peinado imprescindible de bebé? Cada civilización tiene su piedra de Roseta, su libro de los muertos, sus escribas que miran a derecha e izquierda, su Nefertiti y su Cleopatra VII, pero las arenas egipcias nos impiden ver el desierto. Pero siempre nos quedan los himnos. Y todo lo demás.

2 comentarios:

  1. Ahí es nada, estamos rodeados de cuellos con tortícolis, a derechas e izquierdas. Un saludo desde Alhama. Por aquí preguntan tu opinión sobre el artículo de Arcadi de ayer en El Mundo.

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  2. Hola Mateo. Espero que la familia Clares-García esté bien. No sé si os referíais al siguiente artículo o a otro
    http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elmundopordentro/2016/02/21/microorganismos-patogenos.html
    Lo dicho. Un saludo. El próximo gintonic va a vuestra salud.

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