viernes, 18 de marzo de 2016
Orphan Black. Tercera temporada
Cuando todo es Chernobyl, te pierdes. A veces pasa esto en la tercera temporada de Orphan Black. Falta pausa. Demasiadas espirales planetarias, demasiadas aristas que complican una forma que no es perfecta pero es bella y adictiva. No es otra vuelta de tuerca, es meter tornillos en el electrodoméstico de turno esperando salir en las noticias. Lo cotidiano se hace trastorno: la lucha por el poder, la mentira, las drogas, la muerte, el tequila en la frontera, la pelea por los celos y el crecimiento en la jerarquía de la empresa. Y el pasado vuelve, hecho mentira eterna, otra vez. Como siempre, la mentira se hace infinita y solo queda mirar hacia adelante buscando una solución que nunca llega. Ni las pintas en las islas ni la nieve en Islandia: antes o después, la muerte llegará a ti y a todos nosotros. Pero ya queda menos pero el 16 de abril. Y todo lo demás.
Coda: Pero en mitad de la desesperación, en mitad del vómito de sangre, un himno nos salva.
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