En mitad del partido, se cortó la señal. El hombre de negro quedó paralizado y sin tequila. Y sin ginebra. No volvió a la 502 ni a la 503 ni a la 504. Con y sin Feliz Gobernación seguimos, otro día más, con sed de champán. Chispas relax para pasar la tarde. Jodiendas con vistas ala bahía. Y su tirito de toda la vida.
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