Siguen vivos. Rocinantes que aguantan quijotescas desdichas, plegarias sugeridas a sufridos oyentes, a dolor de planta del pie. Siguen vivos los putos zares de la concordia, los putos regaladores de consejos berbabetiernando al personal con sermones sin sentido, con palabras huecas, con silabas de gonorrea verbal. Y aquí seguimos, aguantando el temporal. El puto temporal de los predicadores del bien. ¡Viva la complejidad!
El respeto. Dios nos quiere igual hagamos lo que hagamos.
ResponderEliminarMe cansan mucho los regaladores de consejos. Cuando quiera, me compraré un libro de Bernabé Tierno
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