No. No. No. Desistir no entra en nuestro vocabulario aunque el destino no sean islas sino cementerios sin absenta ni mezcla ni ron austriaco. La salud mental ha dicho basta. Ni Miró, después de cinco días sin dormir para pintar aquellas paranoias de azules, rojos y amarillos, se encontraría en una pesadilla como la nuestra. El desastre nacional es nuestro nombre, es cada uno de nuestros apellidos, es cada uno de los momentos en que somos incapaces de dormir. Recuperemos el espíritu de Thomas Shelby. O el de Steve McQueen. O el de algún barbudo sin escrúpulos. Pero recuperemos el espíritu.
Y ahora arte?
ResponderEliminarPicasso, Dalí y Miró. Tema de oposiciones...
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