Son jornadas de parciales. Lo que multiplicamos en unos minutos lo restamos durante horas de sopor. Perdidos en el dolor nocturno, cualquier división nos lleva a pique en el momento menos pensado. Desequilibrios mentales que nos llevan al abismo, a claves que pensábamos imprescindibles y que son manifiestamente cuestionables.
Todo está en nuestra cabeza no?
ResponderEliminarPuede ser
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