Hace unos días hablábamos, gracias a las lecturas de Menéndez Salmón, a palabras que no existen. Esos padres que se quedan sin hijos. No hay palabras porque no deberían existir.
Y en ciertas circunstancias, menos aún. Y hay que intentar pensar, solo intentarlo, lo que puede estar pasando este padre. Que por nadie pase.
No tengo palabras.
ResponderEliminarCierto
ResponderEliminar