lunes, 8 de enero de 2018

Scrotal Recall (Lovesick). Tercera temporada.

A diferencia de otras de sus series, los dueños de la nueva imaginación parece que han equivocado su lupa sobre Lovesick. No deberían seguir estirando el chicle de Scrotal Recall. El chicle se ha quedado sin azúcar, sin goma, sin sabor. Más de lo mismo. No hace falta pensar. Dándole vueltas al asunto, muchas veces, perdemos el norte. Ya lo cantaban Los Planetas en Desorden: "¿Qué puedo hacer si no puedo hacer nada para acabar con algo que no acaba?" Salvo por sus himnos y algún chispazo, no aporta nada nuevo. Directas e indirectas, mal de equívocos, errores del pasado que vuelven al presente y desvaríos singulares que no aportan demasiado más a la historia. A la misma historia de siempre. Salvo la incorporación de algunos nuevos personajes, nada nuevo bajo la lluvia. ¿Por qué cuesta tanto acabar con algo que se ve sin futuro? ¿Tanto cuesta finiquitar episodios que no van a ningún sitio? ¿Por qué terminar unos versos que no deberían nacer nunca? Difíciles decisiones para días que nunca acaban, para lunes por la tarde en invierno. Misterios, preguntas, volver a un punto de partida en una hoja en blanco. Y todo lo demás, también. Coda: Y los errores, y las palabras dichas y que no se entienden. Nunca

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