Siguen las malas palabras para Marseille pero a mi me sigue gustando en esta segunda temporada. Mafias, fútbol, políticos reconocibles, familias rotas, hijos sin madre y padres que tienen que responder a hijos, madres que nunca lo serán, pianos en estaciones, huidas hacia adelante. Y siempre con temas de actualidad como la violencia en torno al fútbol, los partidos protofascistas que llegan al poder, la corrupción de toda latitud. Siempre hay que tomarlo en perspectiva, pero con distancia. Marseille no lo edulcora, no le da barniz, no juega a engañar. Es lo que tiene Marseille. Amante complicada dice GD al final refiriéndose a ella.
El no tiempo.
ResponderEliminarUna buena reflexión sobre las corruptelas políticas
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