Si habitualmente el flujo de mierda es considerable, el día de Navidad en la tele pública, en la subvencionada y en la de la concesión, es asqueroso. Cantidades industriales. Mucha mierda. Moñismo. Restaurantes, turrón, viajes, ocupación hotelera. No se habla de Andalucía, no se habla de populismo, no se habla del Kichi, no se habla de la deuda catalana, no se habla del problema del carbón. No. Todo es azúcar. Hay que estirar infinitamente el chicle de la basura, de lo políticamente correcto, de lo llamativo para los que no queremos nada llamativo. No. Estamos en contra de lo políticamente correcto. Alcemos la voz, diccionario en mano. Bien alto. Y todo lo demás, también.
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