Desde enero de este 2019. Y llegabas a casa, o estabas en el Spencer o El Sur y no podías leerlo. Ni recrearte. Empecé a deleitarme con Manuel Alcántara en las noches de 1º de carrera, allá por el curso 96/97 cuando volvía tarde de clase, y escuchaba discos enteros y leía La Verdad entera. Mezclaba la política con los recuerdos, el pelo de Ronaldo el gordo con la economía, la Semana Santa con el Boxeo. Todo cabía.
Todo El obituario que le acaba de hacer a vuelapluma , como él mismo ha dicho, Teodoro León Gross lo dice todo.
Coda:
Y luego están las asignaturas pendientes.
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