domingo, 30 de junio de 2019
Engrenages. Séptima temporada.
Nos lleva, otra vez, Engrenages a dilemas morales. ¿Qué hacer cuándo alguien con vínculos sufre? ¿Qué harías si se lo cargan? ¿Qué harías si te utilizan? Séptima de Engrenages para pensar, y pensar, y volver a pensar. Y repetir errores. Del cero al infinito, con cambio de cromos, con chinos instalados en atalayas impredecibles. Todo es mentira, pero hay mentiras y mentiras. Corrupción judicial, corrupción policial, comisiones para todos. Los chinos controlan Occidente y nosotros calentándonos la quijotera con el 3% pujoliano. Nada nuevo bajo la torre y los arcos, y menos ahora que llega el Tour. Billetes y sillas de ruedas, cárceles que crean relaciones, abogados que se enamoran hasta las trancas, enfermedades incurables que salvan al mundo. O a varios mundos. O a todos los mundos. Los pulmones económicos dominan política y justicia. Otra vez. El comercio, el hipertrabajador, los cuñados y el postmodernismo ecónomico. Menudo refrito. La pelirroja dice en un momento zanahorio: "los caminos de la resilencia de un individuos son múltiples... y hay que respetarlos". Las prisiones propias y ajenas, el dolor atemporal, el complejo de huir, la redención ante los demás. Favores de unos que son prisiones para los demás. ¿O era al revés?
sábado, 29 de junio de 2019
viernes, 28 de junio de 2019
jueves, 27 de junio de 2019
miércoles, 26 de junio de 2019
martes, 25 de junio de 2019
La nueva y vieja política
lunes, 24 de junio de 2019
La (pen)última liga de Laso (curso18/19)
Con lo que yo he rajado de Laso... Increíble superar esa defensa de judokas en los dos primeros partidos y el nivel/escándalo de los árbitros (que no es novedad). Lo dicho. Otra liga más.
Coda: Y lamentable lo de Pesic con Heurtel. Estos balcánicos siguen teniendo lo mejor y lo peor del baloncesto. En fin.
domingo, 23 de junio de 2019
Arenas movedizas. Primera temporada.
Casi por asuntos laborales (pensando en futuras tutorías) empecé a ver la primera temporada de Arenas movedizas. Institutos, disparos, clase alta y clase más alta y pijos con problemas mentales. Y yates. La gran diferencia entre los multimillonarios y los millonarios es que los primeros, a la hora de comprar el yate, no preguntan el precio ni por curiosidad. Ese para mí. Lo quiero. Y hasta hablan de Marx y de Milton Friedman. ¿Qué pasa por esas cabecicas para hacer los disparates que hacen? Y al final todo es cuestión de perras. De muchas perras. Viva el capitalismo y los problemas de los niñatos ricos. Que no nos falten los disparates. Y el inmigrante y las preguntas de los suecos y Zlatan (¿de verdad nunca ha leído un libro?). ¿El sueño americano en Suecia? Reconstruir sucesos, volver a los infiernos, escapar de los recuerdos. Reconstrucción, reconstrucción, reconstrucción (a la vez que veo la de la séptima de Engrenages). Y odio. Mucho odio. Muchísimo. Decía EHDLCV que el odio nos da la vida. No sé yo. No sé yo. Otra serie en la que se demuestra que la ley no existe, existen tipos e individuas que interpretan la ley. Y, ya puestos (de huevos fritos, de reclutas [cuánto tiempo sin tomarme ninguno, se aceptan invitaciones], de montaditos de lomo, de pastillas de colores, de canciones de Nacho Vegas, de libros de Leonardo Sciascia), se confirma que todo es mentira. Vivan las mentiras.
sábado, 22 de junio de 2019
viernes, 21 de junio de 2019
jueves, 20 de junio de 2019
miércoles, 19 de junio de 2019
martes, 18 de junio de 2019
España después de la guerra: el franquismo en color
España después de la guerra: el franquismo en color deja imágenes que está bien recordar: lo que se hizo y no se hizo, los desfiles victoriosos, dieciochos de julios y bandas de colores, familias del régimen y banderas falangistas, brazos en alto y bodas, el discurso del NODO y visitas extranjeras. Y los accidentes de caza y los achaques en las visagras del Generalísimo. El turismo y el hambre, la emigración y Franco con el brazo jodido, y Juan Carlos pasando años, y Fraga mirando y tomando nota de todo. Por poner llegan a salir hasta Juan XXIII y el Concilio Vaticano II y los barbudos cubanos con Fidel a la cabeza y el embajador español expulsado de Cuba (como el abad de Monserrat). Y los curas obreros y Pablo VI y el Opus y todo lo demás. Hasta la victoria ante los soviéticos en la Eurocopa de España del 64 y los Beatles... Y Palomares y ese bañador de Fraga y Massiel y Julio Iglesias. Y los grises, y el terrorismo de ETA, y las revueltas universitarias, y las riadas, y el contraste entre el lujo y los suburbios. Pero que la playita y la caza no falte, por supuesto. Y el final, ya se sabe: que malas son las agonías largas (y las vocaciones tardías). Y todo lo demás, también.
lunes, 17 de junio de 2019
Deadwood: La Película.
Recuerdo que vi Deadwood tarde, fuera de lugar, con coordenadas temporales alejadas de su momento primigenio (que cantidad de palabras disparatadas seguidas). Y no me gusta el principio: pajas mentales sobre el alcohol, sus consecuencias, una coja vieja y una Sofía que se ha hecho mayor. Muy mayor. O no. Todos son mayores (pero falta uno). Es lo que tiene: no podemos sustituir a los muertos. ¿Cuántos campeonatos de F1 hubiera ganado Ayrton Senna si no hubiese pasado aquello en el 94? Pajas mentales. Dakota del Sur vuelve a nuestro mapa sensorial, vuelven los pastores y las cuñadas hechas esposas, vuelven los médicos que se salvaron del Apocalipsis. Magnates hechos políticos. Nada nuevo bajo el sol. Supervivencia, putas embarazadas, marcas que no llaman la atención y jodiendas que no salen a la calle. Senadores puteros (vaya novedad) y dueños que dicen lo que piensan aunque se metan en líos. Y da igual que sea 1889 o 2019: un bar no es lugar para teléfonos con los que te puedan encontrar. Totalmente de acuerdo con Al que un bar siempre debe ser un santuario donde no te puedan localizar. Y Deadwood en la película sigue con la venganza y lo que pudo ser y no fue. Y reflexiona sobre la muerte y lo que supone en las personas que saben que van a morir pronto. Nada nuevo bajo el sol, pero menos barro y más salón. El momento de despedirse siempre tiene ausencias. Morir solo o acompañado. Jodiendas con vistas a los cerdos del chino. Huir para volver a caer en ese infierno al que te llevan o te dejas llevar. A todo eso nos ha llevado Deadwood en su película. Recordar dedos cortados, recordar cuellos cortados, recordar niños bajo un caballo. Demasiados recuerdos para menos de dos horas. Viva Deadwood hasta en su despedida.
Coda: Y vaya colección de caretos que en la retina los tenemos en Justified, en Hijos de la Anarquía, en House of Cards, en Ray Donovan, en American Gods, en Breaking Bad, en Ray Donovan...
Libros y ferias del libro
Nada como un censo de lunáticos, pero no solo en las ferias del libro. No. Censo de lunáticos en cada una de nuestras esferas, en nuestros trabajos, en los lugares de ocio, en la comunidad de vecinos. Censo de lunáticos para ayer.
Hierro. Primera temporada.
Hierro deja imágenes para el recuerdo. Desde el principio, batidora de mierda. Pueblo sobre pueblo, que diría EHDLCV. 10000 personas: todos parientes, todos amigos, todos vecinos, todos conocidos. Todos. Todos en la misma platanera. Guardias civiles, jueza, plátanos, niñeras, niños enfermos, bodas que no se cumplen, viajes, Holanda, París, amantes y camisas de cuadros. Saber o no saber, esa es la cuetión (antes y después de la romería). O durante. En los pueblos, antes o después, todo se sabe. La primera temporada de Hierro es una historia de traiciones entre cuadros en cada plano, en cada panadería, en ese juzgado minúsculo al que llegas a prestar declaración. Si todo es mentira en nuestra vida, vivan las mentiras. No las mentiras de la exministra. No. Las mentiras bien escritas y bien rodadas. Romerías y mentiras, siempre al poder. Y todo en mitad de ese pueblo que es el Hierro. Decía EHDLCV que de un pueblo no te puedes escapar. Hierro tiene la escapada de Tenerife. Huir para luego volver.
Coda: Tengo una pieza que tengo que recuperar sobre el 23-F en mi pueblo. Pero eso será otro día.
jueves, 13 de junio de 2019
miércoles, 12 de junio de 2019
Warrior. Primera temporada.
Empieza la primera temporada de Warrior con el San Francisco de 1878 pero podría ser el puerto de cualquier puerto actual con la mafia controlando la inmigración ilegal. Da igual el sitio y la hora. Al final siempre es lo mismo. Un chino cudeiro en contra de los que no quieren tenerlo cerca. "Cabrones calvos gordos" le dice el CC a los guardias nada más bajar. Y se sale con la suya. Y a partir de ahí, como en Banshee. Viva Banshee. El espectáculo visual y todos los espectáculos, con su buena ración de sangre y pimienta, de idiomas que nos suenan bien y otros muy raros. Warrior es sangre y dolor, huida y desesperación, jodiendas de un siglo que no quiere acabar pero que abre muchas puertas. Y es la misma corrupción del bolso rajoyesco: la de mirar para otro lado. Trenes, comisiones, lujuria y camino a una esclavitud que nunca nos quitaremos de encima. Nunca. Viva Banshee.
martes, 11 de junio de 2019
Billions. Cuarta temporada.
Los enemigos de mis enemigos son mis amigos. O algo así podría resumir la herencia de la tercera temporada y el comienzo de la cuarta en Billions. Se complica más el asunto con múltiples aristas. Todos contra todos. Dinero para pescar entre los tiburones. Más dinero. Viva la soberbia de los multimillonarios. Ya sabemos la diferencia entre el millonario y el multimillonario (el segundo, cuando va a comprar un yate, no pregunta el precio ni por curiosidad al escoger el barco). Y hay que volver a la escena, y jugar con dos barajas (como jugó Artis Gilmore en ABA y luego en la NBA). Y frases cinéfilamente bíblicas (Training Day, Rain Man, Pretty Woman) para acabar en el mismo sitio: en la derrota. Ese doblebarajismo, cual Fournier perdiendo ante el Efes en casa cuando todo eran puntos suspensivos, llevan a la maldad. A volver a lo peor, a hacer sangre, a sacar cajas que estaban guardadas en un armario. Y si no puedes ganar, que no lo hagan los otros. Plan A, plan B, plan Z, pero que jodas al enemigo. Siempre. Y si hay que caer en los brazos de la Bratvá, en los brazos de lo peor de lo peor, pues se cae. Ya habrá tiempo de escapar, o de, como bien dice Grigor Andolov (JM), saltar. Saltar. Tal que así. Y gallinas, y más gallinas, y la tortura china, y la perfección de las matemáticas, y las que se quedan y no se van. ¿Hipólito de Marsilio? ¿De verdad Pericles se pasó por el Partenón? ¿Resaca? ¡Foucault vive! Vivan los pronombres, las relaciones familiares y lo que queda entre los puntos suspensivos y el abismo. ¿La Santa Cena con gatos? ¿Son fatisface lo complejo o vivimos para la satisfacción? ¿Abrelatas del refugio atómico? ¿Como que tenemos que recurrir a Wikipedia a estas alturas de la película? Y volver a las esencias, al papel, al trabajo de toda la vida cuando no va. Porque a veces no va. No va. ¿Cuban? ¿Mark Cuban? ¿Cómo era eso de las secadoras viejas? El cáncer y poner a alguien de rodillas. Pero no caigamos en mentiras. Y si hay que decir la verdad, se dice. ¿Confianza? ¿Miedo? ¿Conocernos realmente? La fiscalidad y arrojar el mal. Ese discurso, el de "iluminar zonas oscuras", habría que ponerlo en los colegios e institutos, en las casas y los altares. ¿Y quién no es masoquista en alguno de los aspectos de su vida? Todos somos dependientes, como me decía siempre un Luján a la hora del café en la residencia catastral ("todos los Lujanes somos dependientes"). La confianza. La puta confianza. Meditación y risas y el deseo de la verdad. No somos perfectos (nunca lo seremos). ¿Quiénes somos? ¿Tenemos derecho a criticar a los demás? ¿Somos unos chistes ambulantes? Viva Churchill. ¿Son provincianos los yankis? ¿Los gringos no saben mandar? ¿Negociar no recupera a una mujer? Las mujeres nos utilizan. Y hacen bien. Se me jode la memoria pensando en la doctora de Hijos de la Anarquía y la de Billions. Es la misma pero no es lo mismo. Paradigmas. Fiscales, dentistas, abogados. Vaya tropa. La utilidad y la futilidad. Y personas que buscan drogas y buscan personas útiles. O no. Todos queremos algo a cambio. Recordar a Lecter y una prisión. Cárceles y tronos, mierda sobre mierda. Clarisssssssssssssssssssssssssssssssss. ¿Ballena blanca? ¿A estas alturas? ¿De quién es el arpón? Y en mitad de esos trenes de mierda, en mitad de esas mujeres con las que cogozarse, en mitad de las escuchas, llegan las reflexiones sobre Apocalipsis Now y sobre los escritos de Conrad y la supervivencia. Huir, escapar, hasta desaparecer en plan UPyD. Billions, las visagras, jugar a varias partidas a la vez y apostar al Aranda perdedor. O no. Quizás todos estamos ocupados en cuitas inferiores. Y traiciones, en posiciones de distintas personas y en distintos momentos. Cámaras y escuchas. Hablar a las paredes. Volver al pasado. Oportunidades que te explotan en la cara. Diablos, agentes dobles, helicópteros para tapar traiciones. Y más traiciones. El vértigo y la competencia, el dolor y balance destruidos. No son amigos, son herramientas para lo que queramos conseguir.
viernes, 7 de junio de 2019
Black Mirror. Quinta temporada
A Black Mirror hay que volver sin prejuicios. ¿Comparándola con temporadas anteriores? Siempre vamos a hacerlo, pero esta quinta temorada de Black Mirror exige no mirar atrás. O sí. No nos vamos a poner en plan regalador de consejos. Nada. Tampoco en plan redentor. En la primera de las tres píldoras, titulada Striking Vipers, nos metemos en el videojuego tipo Street Fighter. Pero a los excompañeros de piso se les va la mano con el videojuego y no solamente con la paliza artística. El pasado, el presente, los celos, la incompresión, la pasión, el sexo y las jodidas maquinitas con saltos temporales. Capítulo de los que da que pensar. Y puestos a pensar, siempre te metes en líos. La segunda de las tres píldoras se llama Smithereens. Y si es píldora, empieza con terapia. Muertos. Madre de muerta intentando entrar en su cuenta de red social... y de ahí en adelante, batidora de mierda. Pero mierda bien hecha. La tercera píldora final se titula Rachel, Jack y Ashley Too. Muñequitas que absorven y que te comen el coco. Muñequitos para quitar y salvar vidas. Y todo lo demás, también.
miércoles, 5 de junio de 2019
Hasta luego, Pablo. Once ensayos críticos sobre Podemos.
Firma el prólogo de Hasta luego, Pablo. Once ensayos críticos sobre Podemos, Estela Mateo Regueiro a fecha de febrero de 2015. En esos días, todavía pensaban tocar el cielo. Pero entre cal y viva y otros hechos en torno a la figura del líder, todo se está yendo a tomar viento fresco. El último espectáculo en Madrid, en autonómicas y municipales (veremos como acaba el asunto) ha sido simplemente eso: el último. Y están más por caer. Habrá que ver si PSOE quiere fagocitar Podemos o quiere resucitarlo (aunque ya ha asumido buena parte de su programa, no nos engañemos). Pero no estamos aquí en este Gintonicdream para hablar de nuestras cuitas sino las ajenas. Rafael Cid escribe en Podemos #trending topic relacionando el "sí se puede" del 15M y el "Podemos". ¿Qué hay de relación en todo aquello? Recuerdo que tenía un alumno en 2º de la ESO, en el IES El Carmen, el gran Mateo Albaladejo, y que se encerró con los chicos en las tiendas de campaña en La Glorieta en Murcia y habla de ilusión y de utopía. Yo le preguntaba si aquel 15-M cambiaría algo y que luego había que votar. Fue un grito y un lamento, un querer y casi poder. O eso creo yo. RC escribe sobre la capacidad de llevarlo a cabo. Y la reflexión es buena. Muy buena. También en incide que algunos de aquellos líderes venían de facultades como profesores de Ciencia Política (¿lo escribo en plural?) y supieron, en su momento, analizar muy bien el asunto. También pone como precedentes imperfectos a UCD y PSOE. Hoy podríamos poner más ejemplos, pero para eso ya habrá tiempo mecánico de reloj. O no. El felipismo, por un lado, y el liderazgo de Suárez dan para mucho, pero tuvieron un principio y un final. Veremos si Podemos sobrevive o se divide en una agonía larga (y ya sabemos lo que escribía Manuel Alcántara de las agonías largas, que no son recomendables). Desde el principio de Podemos (antes de Galapagar), Pablo Iglesias ejerce su liderazgo hasta el fin. Recuerda RC el careto de PI en las papeletas de aquellas elecciones europeas en las que consiguieron más de un millón de votos y cinco eurodiputados (ahora serían eurodiputadas). Recuerda también RC esas palabras sobre postmodernismo (que gran refrito) con la importancia de los medios de comunicación. Los medios, y su control. Escribe RC sobre la organización y sobre esas primarias y utilizando el ilustrativo ejemplo de las muñecas rusas nos refleja ese control absoluto de la dirección. Con el tiempo hemos visto que eso se ha utilizado para desprestigiar y mandar al ostracismo a algunos de esos rostros que ilusionaron a una parte importante de españoles. El ejemplo de la situación de Tania Sánchez (estas palabras son cosa mía) en el Congreso durante la legislatura y su postración es no solo ilustrativo sino ejemplarizante: el líder manda y decide y da igual el pasado y todo lo demás también. El siguiente ensayo se titula Intelectual, político y académico. La elite de Podemos y lo firma Mario Domínguez Sánchez, que lo empieza con palabras de Carrascal (sin palabros alemanos ni corbatos) sobre sus críticas sobre el populismo de la firma de PI y su casta prenavatense. ¿Motivo? Los llama profesores sin relieve científico. Habla de las ideas, y de su fuerza. Es un tema complicado. Cierto. Y habla de esa comercialización que se ha llevado a cabo en la universidad (ya en la privada, ni hablamos). Escribe MDS sobre la formación de esa primigenia cúpula podemita: politólogos, filósofos, críticos literarios, analistas culturales... ¿Pero con quién habían empatado hasta el 15M? ¿Habían llegado a alguna final de Copa de Ciudades en Ferias? De la Champions mejor ni hablamos. Con esto ocurre como con la crítica musical. ¿Dónde está el rasero? Y los referentes y las alusiones a Gramsci o Laclau. Y también hay enemigo: la oligarquía. El odio va a la casta (pregalapariense, por supuesto). Siempre hay un antes y un después y un chalé. Pero no siempre se ve bien a ese superintelectual superpolitizado. Ya tuvimos en mi promoción un super y acabó de concejal de IU. Y en mitad de esa deriva, surge el eslogan, la llamada de atención, la jodienda con vistas al escaño. Asalto a las instituciones? Algunos apuntes sobre la relación entre Podemos y el
movimiento del 15 de mayo, es el nombre del tercer ensayo, obra de Arturo de Nieves. Empieza AdN con citas de PI en La Sexta Noche y, ya puestos, de Marx. ¿Hay de verdad relación entre mayo del 68 y mayo del 11? El salto temporal es bestial, y, por lo tanto, son épocas distintas. Equipos distintos. Deportes distintos. ¿LeBron o Jordan? Pues depende de muchos factores. De un capazo de factores. "Sugerentes" tilda a esas comparaciones AdN. ¿Seguro que es bueno escandalizar a un burgués? No sé yo. Subraya el autor la "autoorganización" de los protagonistas del 15M. También tengo mis dudas al respecto (y no solo con el personal de Podemos, sino también con Alberto Garzón). Hasta cita la obra de Federica Montseny de sus andanzas gallegas de 1935. Sí hay que estar de acuerdo con el autor con la apropiación que el podemismo se hizo del discurso del 15M. Total. Discurso y retórica... antes de la fortaleza, antes del chalé, antes de construir un casoplón con cimientos discutibles. Viva el discurso. Viva la retórica. Viva. Quizás si se equivocaba el autor al subestimar los apoyos electorales (más amplios) de Podemos a la altura de 2015. O quizás, ese discurso, ese guerracivilismo de Podemos, lo ha mandado todo a la mierda. O no. Vaya usted a saber. La prologuista se encarga del siguiente ensayo titulado Podemos conquistar el poder. Y, en cierto modo, en ámbitos locales, se consiguió. Empieza en el primer párrafo del ensayo poniendo de relieve conceptos revolucionarios, de atracción. "Canalizar la indignación", hasta que todo lleva a un desagüe sin motivo aparente. Piensen en la rambla del Albujón para visualizar el asunto. Y lleva la autora el ensayo a la estética. A esa cosmética tan importante en nuestras vidas, en nuestras televisiones, en nuestras redes sociales. Círculos y medios de comunicación, Parlamento Europeo y la indignación como respuesta al descontento. La casta enemiga hasta que tienes a los chicos del Duque formados desde 1884 custodiando tu casoplón. La cara del partido ha terminado siendo el careto. En muy poco tiempo. Viva Vistalegre. Recuerda esa idea de las diferencias. Eres de los de abajo hasta que eres de los de arriba. Cambiar de cromos o de casas siempre tiene un precio. Alto, por supuesto. Luego me pierdo con conceptos como fascismo posmoderno y posfascismo posmoderno. Lo tengo que dejar para después. También escribe, y es bueno reflexionar sobre ello, sobre la capacidad de dar(le) todo el poder a una persona (aunque le pongamos el adjetivo "amigable"). Echenique, Teresa Rodríguez... Si analizamos su relación con Pablo Iglesias, vemos como ha cambiado con el paso del tiempo. Y recuerdo aquello del "macho alfa". Aquellas palabras las tendremos siempre en nuestro imaginario colectivo (políticamente, personalmente). Y la respuesta de Pablo Iglesias, dentro del partido, es una orden y otra orden y otra. Por ese orden. Álex Corrons titula su ensayo Podemos frente al decrecimiento y escribe sobre lo histórico del hecho. Y enumera datos y habla de energías renovables y todo lo demás. ¿Crecimiento del PIB al 2% anual? ¿Dónde? ¿Cuándo? De acuerdo y totalmente a favor del engaño del sistema monetario... pero es el que tenemos. Otra cosa es como lo utilizan políticos, empresarios y demás gentuza. ¿Nos ofrece un curro asalariado independencia y libertad? Si no estás hipotecado, sí. ¿Quién no está hipotecado? Y mete la variabe AC del consumo. El jodido consumo. Vamos de postpogres pero no podemos pasar sin Netflix, sin apartamento en la playa, sin individuas de la Avenida de Los Pinos. El consumo. Siempre el consumo. Y hablando de jardines, incluso se pone a escribir del peligro, de biosfera y hasta nos habla del mito de la caverna platónica (citando El Show de Truman). Ciertamente, visto con el paso de los años citar a Jim Carrey hablando de Podemos, de su crisis interna. Nada como recordar a un detective de mascotas, a una máscara, a unos listos muy listos que se vendieron como unos comunistas muy comunistas. Cerrando el círculo. O el Círculo. O, en la nomenklatura postodo, la Círcula. Escribe también AC sobre el papel de la publicidad en televisión, sobre los minutos de consumo televisivo (no sé yo si en HBO, en Sky, en Amazon, entra publicidad). Si consumimos publicidad es porque queremos. Yo, en primera persona masculino singular, tengo un bloqueador de publicidad en el portátil: si un periódico quiere que lea sus columnas y artículos, que no me venda casas de apuestas (propuesta de muchos partidos en las elecciones de 2019, ahora es tarde). Y no hay progreso sin consumo (¿o era al revés?). Luego intenta explicar ese concepto de "decrecimiento" pero no siempre de forma clara (personalmente, es lo que pienso, a diferencia del resto del ensayo). Hablo de ese decrecimiento que lleva implícito un cambio "integral" de esas fluctuaciones que lo dominan todo. También subraya las referencias al modelo de Keynes de Podemos. ¿Tenemos que aumentar más la inversión pública para poner activación todo el sistema? ¿Más todavía? El consumismo lleva a la carestía y a la desigualdad, cierto; siempre ha sido así (y no va a cambiar). Nunca. Utopías, buscad la cabeza de Tomas Moro (¿se acordará Martínez Carrillo de los normandos conquistando Inglaterra?). Escribe sobre economía local, autogestión... asuntos, a mi modo de ver, irrealizables a fecha de hoy (para sobrevivir económicamente, no para el cambio de cromos del trueque). ¿Economía cultural o electoral? ¿Cómo se ve esto desde el punto de vista de sostenibilidad cuando hay que llenar la piscina de Galapagar? ¿Eso es sostenible? ¿Ruralizar la sociedad? ¿En serio? ¿Cambiar amor por ruido? ¿Cambiar poesía por materia? ¿Cómo llenamos el depósito? ¿Cómo hacemos funcionar un hospital? ¿Y el tractor en el campo? Y si lo distópico está por llegar, viva Years & Years. O no. El siguiente ensayo se titula “Desde la calle… ¿al asalto de las instituciones?”. Reflexiones, con incertidumbre,acerca del modelo laboral-sindical de Podemos y lo firma Desiderio Martín y lo empieza con la imposibilidad de cerrar el modelo. No existe un modelo, no existe tal modelo: todo es mentira. De eso ya se encargaron, empezando por Inglaterra y USA, MT y RR. De quitarle el poder a esos sindicatos. En mi opinión, el error no es recuperar a los sindicalistas de verdad, a Nicolás Redondo padre y a Marcelino Camacho. Eso si eran sindicalistas, lo de ahora, no tiene nombre (bueno, tiene un nombre, pero antes de Pentecostés no quiero decir palabrotas). Por supuesto que son y deben ser una garantía. Pero dentro de esa virtud, dentro del trabajo, conociendo la realidad del día a día. Un día me dijo uno de los de mi sindicato que los de Secundaria siempre estábamos quejándonos. Le pregunté desde cuando no estaba en un aula y no se acordaba. Pues ese ejemplo vale para los de la mina y el andamio (por no haber, ya no quedan curas obreros). Y no creo en las huelgas largas o las generales, porque son difíciles de mantener (aunque aquí en España, la de fines de los 80's con Maravall de ministro tuvo éxito). Pero estas huelgas exigen sacrificios y entre hipoteca y pagamentas, difícil. Escribe el autor del ensayo de ese "cooperador necesario" que han sido los sindicatos (y deben seguir siéndolo). Pero ante el aumento de las privatizaciones, se ha reducido la importancia de los sindicatos en el ámbito estatal. Y en las empresas, tres cuartos de lo mismo (en Videodrome hay frases muy chulas al respecto desde Full Monty a Los lunes al sol). Y vuelve a aparecer, como en otros ensayos anteriores, ese "sueño utópico". Cita hasta a El Roto y sus viñetas y sus bocatas (casi) siempre acertados. ¿Qué fue de la idea de crear un sindicato para las elecciones vinculado a Podemos? ¿Por qué no tuvo éxito? Algunas frases del ensayo, asustan, sobre todo las vinculadas al (imposible salvo en la USA de Trump o en la hitleriana Alemania) pleno empleo. Racionalidad y posibilidad. La misma cantinela de siempre: Planes de pensiones privados, ERE's, jubilación general a los 65... ¿Cuántos años llevamos escuchando lo mismo? ¿Lustros? ¿Décadas? Escribe el autor sobre "aprender y desaprender" (¿no hubiera sido mejor "olvidar" cierto "sindicalista" [palabra que utilizaba EHDLC] de los últimos 20 años?). Y sale a relucir Vall-Inclán (sigo sin leer nada de él) y la autogestión de pueblos españoles en los 30's del siglo pasado (pone el eje cronológico 36-38). Cosas que pasan. Pero cansa (EPPMS) volver a leer la letanía (fracasada muchas veces) de "socialización, colectivización, autogestión"... y todavía no es Pentecostés. Todavía. Al tiempo. ¿Y si algún día tuviéramos pleno empleo? ¿No sería la solución? A diferencia de un claustro con lumbreras, aquí no aparece Finlandia, ni los países nórdicos, ni territorios prusianos... No. La alianza entre socialdemócratas y democristianos en Merkelandia, se acaba. ¿Será por algo? ¿Verdes? ¿Ultraderecha? Esto no va en los ensayos, pero hay que empezar a "pensar" un poquito en lo que nos espera. O lo que no nos espera, porque con las privatizaciones se fue. He de reconocer que no me he saltado nada, porque ya no puedo salta. Pero no he leído el siguiente ensayo titulado El espacio de la mujer en Podemos. Palabras dirigidas a las mujeres de izquierdas desde el feminismo de Hélène Sonet Mancho porque no quiero hacer sangre (porque todo es mentira, y, guionizado por una exministra, y gorda). Cuando hubo espacios, vinieron machos alfas, alfalfas, chiquitines y altos para joderlo. O joderla. O joderle. El siguiente me daba miedo solo con el título, pero decidí leerlo. O leerla. O leerle. Podemos y la política de paz y defensa de Colectivo Utopía Contagiosa. ¿Desaparición del ejército y de todo lo militar? Perdón, otra vez, la utopía. Pero, con razón, el CUC lo escasamente importante del mensaje contra lo militar con mayúsculas. También resalta que para PP y PSOE (ya recordamos de entrada no a la OTAN y lo que ocurrió luego) ya es un tema intocable y que no se puede discutir. Recuerda el CUC el movimiento antimilitarista ilustrado en España con los casos de negativa a realizar el Servicio Militar Obligatorio y la Prestación Social Sustitutoria y la entrada en prisión de los hombres (porque para hombras y mujeres no era obligatorio u obligatoria u obligatorie). Da la CUC los datos del Presupuesto de 2015 y se ven altísimos (ahí se veo yo que hay que reducirlo). Y recordando alatristescos momentos, no podemos tener un ejército de enfermeras: los militares, a hacer la guerra. De eso se trata. Yo defiendo que España participe en conflictos internacionales (aunque nos cuestan un riñón) pero hay ocasiones en las que no podemos mirar para otro lado. Evidentemente que hay casta militar. Por supuesto. Eso está clarísimo. El siguiente ensayo está titulado Podemos, el Estado y las naciones: máxima teoría, poca realidad y es obra de Jordi Martí Font. Hay que preguntarse si hay en 1º de la ESO una asignatura de introducción periodística y si realmente alumnos de esas edad piensan (historia ficción) que el único que puede evitar la independencia catalana es PI. Vaya usted a saber. Luego cita a Jaume Asens y la genética refiriéndose al ADN que tiene Podemos y que es sensible a la autodeterminación de los distintos territorios. Y recuerda otros artículos de 2015 con Podemos posicionándose de forma favorable a la autodeterminación de los territorios. ¿España como país de países? ¿Por qué no independiente Sierra Espuña? ¿Y Algezares? Bilingüismo, trilingüismo y normalizaciones lingüísticas. Jodiendas con vistas a Estatutos de Autonomía y todo lo demás. ¿Más federalismo del que tenemos? Está bien que considere a los seguidores de Pablo Iglesias en muchas ocasiones como "fans"... hasta que dejen de serlos. Y si hay que citar el dos de mayo o El Quijote, se citan. Sin problemas. El siguiente ensayo es Claves internacionales de Podemos: la delgada línea floja y es obra de Ángeles Diez Rodríguez. Del cero al infinito, que diría al otro. Hubiera sido deseable, desde el principio, renegar de Venezuela (más en 2019), de Irán, de Cuba, de China. Pero no. No es tan fácil. ¿Ponerlo a la altura del simeonístico Atlético? ¿Cómo? Y tiene razón la autora al subrayar las ambigüedades en asuntos de índole internacional, o, directamente, sus silencios. Con ciertos asuntos uno no puede callar(se). Recuerda la autora la visita a Israel y el bombo mediático de dicho caso. Y las comparaciones. ¿Gaza y el gueto de Varsovia? ¿Podemos llevar a cabo ciertas comparaciones con una cronología tan distinta? Y ahí, justo ahí, sale el estigma venezolano y hasta Lilian Tintori en el ensayo. Siempre me ha interesado y he puesto especial atención con Venezuela. Allá por el año 99, en Sistemas Políticos Latinoamericanos, realicé un trabajito sobre la llegada al poder de HC. Siempre lo he puesto en danza, lo he sacado en conversaciones. Hasta este momento, la situación de España es manifiestamente mejorable. Mucho. ¿De verdad que si PI hubiera llegado a ser presidente se hubiera planteado (realmente) sacar a España de la OTAN? ¿Estamos locos? Y también nos trae la autora a la retina el mitin final de Syriza y Tsipras y ese tan manido "ser de izquierdas en Grecia". La siguiente aportación se titula Podemos, podríamos, pudimos de Carlos Taibo. Y recuerda que desde mayo del 11 se suponía que iba a liderar el cambio político la autoorganización, el rechazo del liderazgo único y la autogestión. Otra vez la utopía. Otra vez. Y la condición testimonial de los círculos. Al final, todo ha quedado en liderazgo y purgas internas. La contestación interna está castigada por el líder desde, prácticamente, el principio. Partiendo de ese 15M asambleario y horizontal hemos llegado al más puro estalinismo. Nos recuerda Taibo que en los inicios, Podemos carecía de programa propio. Tal vez esa ira de los primeros simpatizantes se ha perdido. ¿Y qué queda?
Chernobyl. Primera temporada.
Yo hago memoria y no me acuerdo de cuando pasó lo de Chernobyl. Casi no quiero acordarme de la mancha de Gorbachov, convertido ahora en vodka y poco más. La primera temporada de Chernobyl pasa de unos inicios en los que parece que no se quiere saber nada (ya pasará, el viento, el frío, la lluvia de boro y arena) hasta que se convierte en algo que da mucho miedo. Si el primer capítulo es de presentación y muestra del horror y de llamadas de teléfono que esconden el miedo, el segundo es el terror hecho televisión. Sabes que se puede joder (y bien jodido el asunto) y nadie quiere asumir responsabilidades. Pero al final, siempre hay alguien que da un grito, un golpe en la mesa y jode esa baraja de naipes que era el comunismo en la segunda mitad de los 80's (viva la terminología alejandrogarciesca). Terror, jodidas radiaciones, muertes en horas, ropa contaminada, huir demasiado tarde. Y el infierno se hizo carne, y habitó entre nosotros. Y siguiendo con el contenido bíblico, no podían provocar un éxodo de millones de ucranianos y bielorrusos y letones y lituanos y estonios. Pero el viento sopló hacia el oeste y llegó a Occidente y Yankilandia puso a funcionar satélites y maquinaria (también del odio). Nada como hacer leña del árbol caído, del reactor que amenazaba a Europa. Mucha mierda, mucha zona de exclusión, mucho robot, mucho diagnóstico cuando desde el principio se sabía el horror. El puto horror. "La verdad no existe", dice un tipo recluido en un lugar de mierda. Claro que no. Ni Gorbachov para los comunistas. Tampoco existe. Esa eliminación de todo (mascotas, cultivos) llevó a la locura. Animales comiendo animales. Eliminación puerta por puerta. Pero pese a lo asqueroso por momentos que nos pueda parecer, hay que mostrar esa crueldad. La crueldad provocada por las mentiras. El no reconocimiento de la situación. El olvido. Como cualquier otra matanza del comunismo, nunca ocurrió. No sé la valoración que hay que darle a Chernobyl ni a lo que supuso Chernobyl. Ya no se podía mandar a Siberia a los culpables porque el humo que fue al oeste lo vio todo Cristo. Mentira sobre mentira. El colapso, la humillación, el sacrificio, la realidad, las instantáneas muertes, el cáncer hasta el Apocalipsis Leninista, la huida hacia adelante. Aquellos grafitos radiactivos trajeron estos lodos putinescos. Pero no existió, o parece que no existió... hasta que HBO lo recreó. Viva el comunismo institucionalizado. Ayer se cumplían 30 años de los sucesos de Tiananmen, pero hoy muchos chinos lo desconocen. Y todo lo demás, también.
Coda: Ya tiene el marqués de Galapagar otra serie para regalar... si es que se la puede regalar a alguien en un acto público en unos años. Viva el comunismo.
martes, 4 de junio de 2019
38 minutos para pensar
Para hacerlo sin más, sin motivo aparente, sin rollos epistemológicos. Nada de conocimiento por un rato. No.
lunes, 3 de junio de 2019
Mandamientos para todos
Antes o después, nos toca un Black Monday. O Black Year. O Espiblack. Camino de Los Rosales, o en los mismos, o no sé exactamente, he terminado de escuchar el Videodrome que se refiere al estallido y germen y consecuencias de esas crisis de 2008 que desde USA se extendió por el mundo. Mierda sobre mierda. Hay que prestar atención y aprender de los errores. Todo eso está muy bien, pero los mismos que estaban en el ajo siguen en el mortero o de mano del mortero (no estoy hablando de Espinar y la dupla Iglesias-Montero, que eso es otra cantar de gesta). Se titula El séptimo mandamiento.
domingo, 2 de junio de 2019
Domingos por la mañana escribiendo sobre un domingo por la mañana
Resulta curioso, que no casual, el título de esta entrada. El móvil se para mientras escuchaba una pieza sobre Grupo salvaje y el siguiente en la lista de Videodrome era sobre la primera temporada de True Detective y la complejidad de nuestras neuronas y la depresión y la enfermedad y la melancolía y todas esas palabras de bilis que sale que, de vez en cuando, nos asolan.
Coda: Hay que escuchar las perlas en bucle. Una y otra vez.
sábado, 1 de junio de 2019
Análisis en clave murciana
Acertado análisis de Vidal Coy sobre los errores de ciertos partidos y la falta de autocrítica para marchar(se) y dejar sitio a otros. En el caso de la marca Podemos, en el municipio de Murcia sigue sin entender(se) la no continuidad de Ahora Murcia pese a su labor realizada. Doctores tiene la Iglesia y el comunismo, también.