Después de ver la segunda temporada (integrada en Netflix) d
e La casa de papel tengo sensaciones encontradas. Sobre si debía ser más salvaje, si debía contenerse más... Para los aburridos de siempre (EHDLCV dixit, ha estado bien). Qué pijo, muy bien. Pero te ves ocho capítulos en dos días y te parece poco. Muy poco. Demasiado poco... Pero luego escuchas a Australian Blonde, escuchas a los Primal Scream, a los Black Beys... ¿Nos merecemos las series que vemos? ¿Qué nos merecemos?
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