lunes, 3 de febrero de 2020
El gran apagón. Segunda temporada.
Empieza la segunda temporada de El gran apagón hablando de sectas que no se definen como sectas. Sectas. Será por sectas. Encendiendo y sin encender la tele, con y sin islas que llevan a tentaciones varias. Coincidiendo con El gran apagón, la secta pacense celebraba uno de sus actos sin ropa y con esas liturgias sectarias. Miedo y heridas pecadoras, cuerpos marcados y vergüenzas de debilidad. Reglas que saltar(se) en las sectas. ¿Es posible la conexión divina en la oscuridad? Pone énfasis esta segunda temporada en la teoría de la conspiración, en asesinatos sin resolver, en el silencio de la administración, en las mentiras que nunca acaban. Y se ahonda en la mentira de los políticos, en la mentira del vecino, en la mentira del que no quiere compartir agua y tampones, en la mentira de la prensa que mendiga publicidad institucional y hace el mierda en sus columnas según sople el viento gaviotil o capullístico. Y si hubiera que montar un sistema para salvar el oro, los cuadros de más valor, las personas más importantes le pondrías el nombre de ... ¿Qué nombre? Sí pusiéramos Las Meninas en una subasta pública, ¿Qué valdría? ¿Seríamos capaces de imaginar un precio? ¿Y si hubiera otra tormenta solar y provocara otro gran apagón? ¿Estaríamos preparados para no colapsar hipermercados y tiendas? ¿Seguiríamos al pie del cañón en el trabajo? ¿No se paralizaría el país? ¿Es todo mentira?
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