lunes, 2 de marzo de 2020

El Palmar de Troya. Primera temporada.

Empieza la serie con un taxista contando batallitas. Vaya historia la que cuenta El Palmar de Troya desde el principio. No deja títere con cabeza. Desde la paranoia de las apariciones. Cuatro niñas con los vinagrillos y dicen ver algo. ¿Un toro con cuernos verdes? ¿Verdes? ¿Un hombre ahorcado? ¿Y luego un pibón? ¿De verdad? ¿Seguro? Y a partir de ahí, El Palmar de Troya da hilo a la cometa. 1968. Y después del taxista, Doña Paquita y don Antonio León, maestros de El Palmar, más batallitas. Y fotos. Y más fotos, y el lentisco, y confusión, y mierdas varias. Franco, Vietnam, mayo, como si esto fuera Garabandal, o Lourdes o Fátima. Y todo eso en mitad de un jodido desierto, tres mil personas a 14 kilómetros de Utrera, en El Lentisco. Y la estampita. La jodienda de la estampita. Menuda jodienda. Y este maestro, don Antonio León, lo cuenta muy bien. Algo "extraordinario", según don Antonio León. Y en aquel jodido puñado de tierra, apariciones. Y autobuses. Y cruces de madera. Todo Cristo viendo a la Virgen. Faltaría más. Faltaba el milagro. Los rosarios. Los devotos. De éxtasis en éxtasis y tiro porque me toca. Y luego Clemente Domínguez y Manuel Alonso. Y Louis Molins, ex-obispo de El Palmar, contando batallitas. Y si hay que tomar apuntes antes de entrar en éxtasis, se tomaban. Y luego, claro, se te aparecen 70 santos distintos. Y estigmas. Ni más ni menos. Estigmas. Y empezar a tirar sangre: 16 litros. Alegría. Sábanas y más sábanas cubiertas de sangre. Y milagros, y curaciones, y agua bendita y de todo. Lástima de no tener el agua para el coronavirus. La Alcaparrosa. Atiza. 1975. Y Marcel Lefebvre. Lo que faltaba. Y el arzobispo Thuc. Y las primeras ordenaciones del obispo vietnamita en El Palmar. Y Clemente se hace cura, y obispo, y ellos ordenando a más gente. Y la peregrinación, y más ordenaciones. Y a fabricar obispos. Más obispos. Excomunión, excomunión. Y accidentes, y globos oculares estallados, y ojos cosidos, y el "vidente ciego". Claro que sí. Y un plato de cocido. Atizados por lo que fuera aquello. Conciliábulo. O lo que sea que dijo Pablo VI. Otro Papa masónico y comunista y yonki. Pero los milagros no llegan. Llegó la EXPO pero no el milagro; llega la Feria de Abril, pero no llegan los milagros; llegó la hora del descubrimiento, pero todo es mentira. ¿Biblia Palmariana para cambiarla por la otra? ¿Qué Biblia entonces utilizamos? Y sexo, alcohol y lo que haga falta. "La Voltio", mote del Papa Clemente en sus años locos. Panda de borrachos y sacamantecas. Sacando perras a mansalva. Jarana tras jarana. Castración. Miedo y culpa. Obediencia ciega. Salud mental llevada al extremo. Mierda sobre mierda. Todo llevado a la locura. Hasta le enfermedad mental. Ríete del muro enla frontera yankomejicana. El muro palmariano, ni más ni menos, seis metros. Locura extrema entre girasoles. Miedo y asco en Utrera. Caos, persecución, paranoia. Y la muerte de Clemente en 2005. El rey del mundo, el emperador del universo, decía adiós. Y la herencia, con Manuel Alonso Corral heredando lo que había que heredar. La farsa. La puta farsa. Pedro II, el nuevo Papa, enfermó pronto y se fue con Clemente al otro barrio en 2011. Y luego Ginés Hernández, nuevo papa, mucho más joven pero más estricto todavía. Prohibiciones. Gregorio XVIII. Otro loco, que se lanzó a visitar las capillas por el mundo. Y los activistas apóstatas. Y su Nieves Triviño, su Nieves de Granada. "Esa jaquita buena". Y luego "noche loca", y el Papa y sus gatillazos y todo lo demás. El Papa de los once caballos, y sus regalos y todo lo demás. Vivan los caprichos. Viva el dinero. La jodida locura palmariana. Vaya tela. Hasta una Guardia Papal, un cuerpo policial en mitad de toda esta mierda. Y la penúltima traca, el asalto del ex-pontífice y su santa ex-mona, ahora esposa de Ginés. Un show. Hasta he visto hasta al espíritu de Álvaro de Ojeda. Adiós. Y ahora un Pedro II y lo que haga falta. Todo es mentira. Otra vez.

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