domingo, 5 de abril de 2020

El Jurado. Primera temporada

Esperaba más de El Jurado. Más. Pero la idea es buena, aunque deja demasiado a la interpretación personal. Los que pasamos de los cuarenta y alguno, tenemos en el imaginario colectivo películas como Traición al jurado o Coacción al jurado. Pero los tiro van por otro lado en El jurado. La idea básica, aparte de la historia del juicio, es la interpretación personal de cada uno de los miembros del jurado dependiendo de lo que les pasa en ese momento, de su infierno personal. Todos tenemos infiernos personales que motivan situaciones concretas, crisis y etapas de esplendor, génesis de un dolor existencial que nos corroe o explosiones de felicidad. Ver terminar El jurado en tiempos de encierro coronavírico da aún (más todavía) que pensar. Pensemos en el modo de influir, en cada acto, en cada palabra que pronunciamos y en el modo de hacerlo, en tonos y hechos, en dimes y diretes que te pueden meter en líos o llevarte al infierno. Lo que no tiene sentido nunca tendrá sentido. O sí.

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