martes, 28 de abril de 2020
Manhut: Deadly Games. Primera temporada.
¿Quién se acuerda de Atlanta 96? Yo estuve haciendo memoria del equipo de Baloncesto, el segundo Dream Team, antes del Freak Team que hubo posteriormente ya en el XXI. Manhut: Deadly Games nos lleva a la historia del cebollazo en el parque y los daños colaterales que trajo en un personaje del que reírse, del papel de la prensa (amarillocircense, y de la otra), de los complejos de ciertos policías, de las luchas entre ATF y FBI, de las jodiendas con vistas a un parque muy grande, de la cerrazón religiosa (parezco Chacón hablando, pijo, solo me falta hablar del cierre sociocultural y las relaciones feudovasalláticas), de lo que quieren los políticos (ese alcalde negro de Atlanta convertido en chiste ambulante) y de lo que nos venden y dejamos que nos vendan. No siempre podemos comprar de todo. No. Hay que hacer selección (natural). Gugino aparte, esperaba mucho más, pero el retrato de esa mitad de los 90's, de esas americanas que nos vienen grandes, de esos estampados sin calificación (positiva, digo), de esas familias rotas que luego han sido comunes en el XXI. ¿Le damos el aprobado general a Manhut: Deadly Games como se va a hacer con muchos alumnos con este confinamiento coronavírico? Pues seamos condescendientes, leamos a San Agustín (nada como hablar del bien y del mal junto a una fogata), busquemos un segmento de ocio con un fragmento del Eclesiastés, busquemos historias tristes o más tristes que otras. Todo es mentira. Que siga el confinamiento.
Coda: Aquel equipo seguía siendo grande. Por cierto, que para los que se han acostumbrado al caviar de la selección nacional española de basket, aquellas Olimpiadas no tuvimos representación. No. Vaya equipazo. Vaya segundo Dream Team.
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