sábado, 7 de noviembre de 2020
Suburra. Tercera temporada.
Vuelve la tercera temporada de Suburra, vuelve ahora con un jubileo, con más oro en las paredes y más tatuajes en los cuellos, en las espaldas, en los tobillos. Ni el pájaro Andersen, pijo. ¿Redordamos lo de Valencia y el Papa? ¿Y la JMJ? Pues aquí más, viva Italia, viva la mafia. “Todo el mundo tiene secretos, sobre todos los curas”. Las misiones, de todo tipo. La tercera de Suburra va de distintas misiones… y ya ha pasado el DOMUND. El empoderamiento es la forma de mandar de estos 4, y no lo de la mujer del Kichi contra la mujer del coletas. Ratas, samurais que caen y parroquias con secretos y hasta parques que son trampas. “El dinero solo vale para comprar a las personas, no para ayudarlas”. Viva el chantaje y la delincuencia y todo lo demás. Asesores, comisiones y buenas retribuciones. “El honor no tiene nada que ver; son solo negocios”. Y sí, “camuflar la realidad, no significa no mentir”. No mentir. Y si no sabes, que te enseñen. “La prisa es mala para la salud”. Planes, empeños, droga, pisos nuevos, cambio de cromos que esclavizan. Al final, de la mafia esperas mafia; de los políticos y de los Papas peronistas, solo mierda y mentiras. Buenas reflexiones con la tercera temporada de Suburra en la que se vuelve a constatar que estamos dirigidos por gentuza, que no podemos creeernos nada y que debemos vigilar nuestras espaldas (más que nunca), porque nuestros más fieles seguidores se han convertido en nuestros mayores detractores. ¿O era al revés?
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