domingo, 14 de agosto de 2022
Above Suspicion. Primera temporada.
Hay veces que dos personas, dos rostros, dos cuerpos, lo absorben todo. Quizás la historia no es perfecta, quizás el asesino en serie se derrumba pronto y se quita rápido de cualquier sitio, pero esos dos rostros, esas dos personas, esos dos cuerpos que lo absorben todo son suficiente: Ciarán Hinds y Kelly Reilly. Vaya par. La historia de esta primera temporada de Above Suspicion es sórdida, es de vómito prieto y males varios, pero es que la vida es una sucesión de males varios, o, como diría el hombre de la camisa verde, de miles males distintos. Será por males. Nada como una zanahoria atrayente para levantar sospechas, envidias y levantamientos varios. Kelly Reilly llama la atención, tanto o más que Ciarán Hinds. Tal para cual, bajos instintos, manos largas, cenas pendientes, camisas blancas, dobles fondos en los armarios, niños y agua hirviendo, y cosas que pasan a los siete años y que no puedes olvidar. Una gran temporada, aunque parezca sencilla, la primera de Above Suspicion con esos primeros planos, con esos ojos mirando hacia arriba, con esas primeras papillas en mitad del camino, con esas mascarillas cuando no hacían falta mascarillas. Y siempre, Ciarán Hinds y Kelly Reilly en mi equipo.
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