sábado, 27 de agosto de 2022
The Split. Primera temporada.
Muchas veces no nos recreamos con lo complejo, pero ponemos pegas a lo cotidiano. La superficialidad nos lleva a un recreo insano, en el que no disfrutamos del día a día, del ruido contemporáneo, de las cosas perdidas que solo añoramos cuando las tenemos delante. En ese manejo de sables que es la rutina, no todos sabemos esgrima ni somos Jaime Astarloa: solo nos preocupa sobrevivir. ¿A qué? Sobrevivir a todo, a una familia que nos condiciona desde el inicio, que marca latidos y errores, que evita catástrofes, pero lleva a batallas que degeneran en guerras y postguerras interminables. En el barniz del derecho y los asuntos de divorcios, The Split lo relaciona todo y busca las causas de los males diarios, los que nos llevan a no dormir tranquilos y robar lo que no hace falta, la deriva de lo que parece perfecto y se vuelve macabro, malentendidos que llevan a embrollos (sí, no solo Jackie Rohr utiliza la palabra embrollo) que acaban en una magdalena que no está para pespuntes. Ahora que todo es empoderamiento femenino y toda gira en torno a ministerios manifiestamente mejorables, The Split muestra las grietas de un edificio, la familia, que está cuestionado en la postmodernidad por ese refrito que no podemos comprender. Y nos lleva a la atemporal pregunta sobre la continuidad en el error, la posibilidad de cambio, la llegada de las epifanías tardías y la incertidumbre de los cambios cuando la margarita de la vida está más seca que verde. Buenas vistas y lugares reconocibles para un intento de reconciliarse con los deseos y con lo que debería ser siempre correcto. Pero en la vida, en esa mentira que vivimos con prisas y desórdenes emocionales, es imposible un grado de perfección total. Y The Split es una gran mentira, hecha con honradez y con grandes dosis de realismo, porque el infierno sigue siendo algo muy personal y no solo un nombre en una lista. Y no todo el mundo sabe aprovechar las segundas oportunidades, que es otro de los grandes temas de esta serie. Catarsis varias para una familia que es un teatro lleno de secretos y medias verdades que esconden un dolor muy difícil de soportar.
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